La jornada del XVI FeneRock del viernes dejó un desagradable episodio con la suspensión del concierto que el grupo de heavy metal Avalanch tenía previsto ofrecer como cierre de cartel de la sesión inaugural de la cita que se celebra en el paseo marítimo de San Valentín.
Cerca de la una de la madrugada, la formación decidió que no iba a tocar. “Lamentablemente, nos vimos forzados a suspender nuestra actuación debido a unas carencias técnicas severas, que no permitían reunir unos requisitos mínimos necesarios, los cuales impedían que se pudiera realizar el show que tanto la organización como los fans se merecen y que Avalancha siempre quiere ofrecer, porque no todo vale”, explicaron ayer en un comunicado.
Estos “problemas técnicos” fueron, según el grupo, las causas del retraso que se fue acumulando en los conciertos y que acabó motivando las desavenencias entre ambas partes.
Así, según los organizadores, fue precisamente la prueba de sonido de Avalanch la que provocó dicha demora. “Por su prueba de sonido todo se retrasó media hora y por ese motivo que ellos mismos provocaron, dijeron que no tocaban, y se fueron, eso sí, cobrando”, manifestó ayer un miembro de la organización, desde la que tacharon a la banda de “auténticos impresentables”.
Según informaron desde el FeneRock, “las desavenencias entre Avalancha y la organización han llevado a este festival a tomar una de las decisiones más importantes en nuestros dieciséis años de historia: aceptar que la gente que no quiso estar, se vayan”.
Versión
Frente a esta versión, desde la formación sostienen que “gracias a que el staff de la banda se presentó una hora antes de la que fue citada –para las pruebas técnicas–, pudo trabajar y coordinar un retraso que traía el festival acumulado de más de dos horas”, señalan en el mencionado comunicado.
“En todo momento se respetó a los músicos y bandas participantes, tantos sus pruebas como su show, algo que no fue devuelto en la misma medida, abogando por que no hubiera recortes de conciertos”, añaden.
“Sin embargo”, continúa el escrito remitido ayer por el grupo de heavy metal, “a la hora citada para comezar la actuación, se nos impidió el acceso al escenario y no se atendieron ninguna de las alternativas que continuamente se ofrecieron”. Afirman también que es “nuestro compromiso con nuestro público cumplir con la calidad del concierto que esperan recibir y con aquellos que confiaron en nosotros para llevarlo adelante, y debemos velar porque así sea”, apuntan. “Sentimos mucho la natural frustración del público, la cual nosotros también compartimos”, concluyen.
Al margen de este comunicado, fuentes de Avalancha explicaron que, ante todo este panorama de la demora acumulada en las actuaciones, llegaron a un acuerdo con la organización para adelantar su presencia en el escenario, tocando de terceros en lugar de cuartos, “lo que finalmente no nos permitieron hacer”, por lo que decidieron abandonar el festival fenés.
Los que no se fueron del paseo marítimo de San Valentín, a pesar de este contratiempo, fueron los centenares de personas que se habían trasladado a la zona para disfrutar del rock. Allí permanecieron para seguir disfrutando de una jornada que, tras el mal trago vivido, todavía depararía alguna sorpresa.
Wyoming
Y es que además de volver a tocar el grupo Stoned at Pompeii –antes fue el turno para Última Experiencia y BSide–, que ya habían terminado su actuación, también se subió al escenario Wyoming, que ayer formó parte del cartel de la segunda jornada del festival pero que el viernes se encontraba como mero espectador. “Hubo un ambientazo espectacular y todo el mundo nos apoyó”, destacan desde el FeneRock.
La cita, con entrada totalmente libre y en la que están presentes cinco foodtrucks, llegará hoy a su fin con una jornada en la que habrá una comida popular con la presencia de Los Alcántara. l