Así lo han manifestado los expertos reunidos en el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic) que se celebra en Valencia hasta el 27 de octubre, quienes alertan además de que "la información sobre alergia existente en internet debe ser verificada por los profesionales sanitarios y complementar la comunicación médico-paciente".
El presidente de la Seaic, Joaquín Sastre, ha explicado en el encuentro que "las hipótesis que más se están estudiando son la teoría de la higiene y la teoría del diésel", informan desde la organización del congreso en un comunicado.
La primera de las hipótesis, referida a la higiene, advierte de que ahora vivimos en un mundo "cada vez más aséptico y con menos diversidad de bacterias, al cual contribuyen desde la industria alimentaria hasta las vacunas y los antibióticos" y cada vez hay menos enfermedades infecciosas pero "más inmunes", señala Mónica Antón, coordinadora del Comité Científico del congreso.
Antón ha explicado además que las enfermedades alérgicas son una patología "en alza", y la investigación ha sufrido "una progresión exponencial que hace que miremos como lejanas pautas que seguíamos hace solo diez años".
"En alergia a alimentos o medicamentos hemos pasado de prohibir o evitar a 'forzar' su uso con la inducción a la tolerancia o la desensibilización", ha señalado Antón.
Durante el encuentro, cuyo lema es "Innovando en alergia", se han abordado también las alternativas que se están empleando en las pruebas para la detección de alergias, entre ellas, la aplicación de la "biología molecular, para identificar qué fracción de los alérgenos es la auténticamente responsable de las reacciones alérgicas".
Esta técnica, informan las mismas fuentes, permite investigar si hay biomarcadores moleculares o genéticos que indiquen el riesgo de que un paciente presente reacciones más graves, o bien de evitar riesgos ante la exposición a alérgenos analizando previamente la respuesta de las células "ex vivo" en el laboratorio.
Respecto al tratamiento, la aparición de los nuevos productos biológicos (anticuerpos monoclonales dirigidos a moléculas diana que intervienen en las manifestaciones alérgicas) ha revolucionado también la terapéutica alergológica, han añadido.
Patologías como el asma grave, la urticaria crónica y la dermatitis atópica tienen ya alternativas a tratamientos como los corticoides, mientras que las tradicionales vacunas (inmunoterapia específica) con alérgenos han mejorado gracias a soluciones innovadoras (modificación de los alérgenos, uso de nuevos adyuvantes), ha señalado la especialista Dolores Hernández.
Las redes sociales constituyen también un medio para informar y difundir noticias sobre las alergias y sus tratamientos, pero desde la Seaic alertan de que debe ser verificada por los profesionales y complementaria a la comunicación "médico-paciente". EFE