Policía Local y Guardia Civil investigan el envenenamiento de dos perros en Ares

Policía Local y Guardia Civil investigan el envenenamiento de dos perros en Ares
El perro fallecido por envenenamiento en Ares era, como el de arriba, de la raza Border Collie

La Guardia Civil y la Policía Local de Ares se encuentran investigando el caso de dos perros de la localidad que supuestamente habrían sido envenenados, habiendo fallecido uno de ellos. La alerta de este suceso partió del propio alcalde de la localidad, Julio Iglesias, que instó a los vecinos de la villa aresana a extremar precauciones a la hora de sacar a pasear a sus mascotas hasta que no se esclarezca la situación.

En declaraciones a este diario, el regidor apuntó que ambos casos se dieron entre esta semana y la pasada, con unos cuatro días de diferencia. En un principio, apuntó, con el primer envenenamiento se pensó que podría tratarse de un hecho aislado. La dueña del cánido, en la actualidad todavía recuperándose, había denunciado que su mascota incluso había vomitado una salchicha entera, presuntamente llena de veneno.

Sin embargo, días después falleció en la misma zona –en el cuadrante que va desde el puerto hacia Estacas y desde el cementerio hacia el lugar de Lubre– otro perro, de raza Border Collie. En este caso, como apuntó el regidor, el cánido también vomitó todo lo que había ingerido, aunque esto no fue suficiente para evitar su muerte.

Iglesias, que publicó en su perfil de Facebook la alerta, apuntó que el envenenamiento de perros y gatos –y cualquier animal en general– es “un delito tipificado en el Código Penal castigado con pena de prisión de hasta dos años”, animando a los vecinos a denunciar tanto a la Policía como al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil cualquier indicio de esta execrable práctica.

El caso de los gatos

Del mismo modo, Julio Iglesias recordó que en 2016 se dieron en la localidad diversos casos de envenenamiento de gatos.

El regidor, no obstante, señaló que aquella situación derivaba de la entrada de los felinos en fincas de particulares que habían colocado raticida en sus terrenos. Dicha serie de muertes, por tanto, diferían mucho de las actuales, dado que los gatos “escalaban” por su cuenta los muros de las viviendas, mientras que los perros “no hacen eso”.

Policía Local y Guardia Civil investigan el envenenamiento de dos perros en Ares

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