Dos participaciones en las Series Mundiales confirman que Gómez Noya está de vuelta. La cuarta posición en la que acabó la prueba de Yokohama lo eleva a la quinta posición de la general del evento que corona al campeón del mundo. Pero lo visto ayer en la tercera etapa de este circuito confirma que con su presencia es capaz de condicionar la manera de competir de otros, que han encontrado un quebradero de cabeza –por ejemplo el vigente campeón, Mario Mola–.
Un grupo de doce triatletas, con Gómez Noya, Schoeman, Royle y los franceses Coninx y Luis como principales estandartes, sacó partido al hecho de haber acabado en cabeza el segmento de natación para destacarse nada más iniciarse el de ciclismo. Su buena simtonía, incluso, hizo que su distancia sobre el grupo que capitaneaban Blummenfelt, Yee y los españoles Alarza, Hernández y Serrat creciese por encima del medio minuto, mientras que el tricampeón mundial Mario Mola quedaba rezagado a más de un minuto de diferencia.
Con una distribución similar –del grupo cabecero se descolgaron dos integrantes– y distancias parecidas –si acaso, estas crecieron a favor de los de delante– se fue desarrollando un segmento de ciclismo tras el que la prueba quedó definida a falta del tramo de carrera a pie: los diez de cabeza se jugarían la victoria, los integrantes del pelotón perseguidor intentarían conseguir el mejor puesto posible y Mola –a más de dos minutos en la segunda transición– intentaría minimizar los daños.
Incertidumbre
Llegados a los diez kilómetros de carrera a pie, poco más de uno tardó Gómez Noya en sofocar el acelerón inicial protagonizado por el francés Luis. El triatleta ferrolano, de hecho, tomó entonces el mando de un grupo de seis competidores –aunque poco a poco fue perdiendo efectivos– que, sin embargo, vio cómo la victoria se le complicaba inesperadamente con la reacción por detrás del britántico Yee, que a mitad de la carrera a pie ya estaba a poco más de veinte segundos de la cabeza de carrera... y reduciendo distancias.
Los cuatro de cabeza –Gómez Noya, Luis, Schoeman y Bicsak–, sin embargo, apretaron lo suficiente como para que el triunfo se jugase entre ellos. Y llegados al último giro, a poco menos de dos kilómetros para el final, el francés aumentó el ritmo para descolgar primero a un ferrolano que se tuvo que conformar con la cuarta plaza y ver desde lejos un sprint final en el que Luis demostró que ayer era el más fuerte para cruzar la línea de meta antes que Schoeman y Bicsak. Por detrás, Mola fue vigésimo noveno y cae a la novena plaza en la general.