La Cocina Económica de Ferrol es toda una institución en la ciudad, pero más allá de su importante labor es también un edificio emblemático, obra del arquitecto Rodolfo Ucha, que mantiene su esplendor, gracias a las obras de conservación y recuperación que se han venido haciendo y que concluirán el próximo año.
Desde el organismo que preside Antonio Tostado se quiere, asimismo, implicar a la ciudad tanto con la Cocina Económica como con la conservación de este inmueble, una de las joyas arquitectónicas ferrolanas. Por eso, a través de las redes sociales ha lanzado una campaña de participación ciudadana para que los seguidores de facebook puedan opinar sobre cómo les gustaría que quedara finalmente el aspecto del inmueble de la calle Rubalcava. Así, bajo el lema “Y tú, ¿cómo nos ves mejor?” se muestran cuatro imágenes de otros tantos colores para el pintado de fachada, siguiendo esquemas clásicos. Desde el color crema a los tonos azules, verdes y rosas, todos ellos con la variante de poder pintar también los remates en blanco, como está actualmente. Se recuperará, además, el zócalo de piedra que ahora está pintado por encima.
La primera de las opciones parece ser por la que más se decantan, hasta el momento, los visitantes del facebook que han interactuado y también, como explicó el presidente de la entidad, Antonio Tostado, una de los que más convence a los técnicos, alegando que da mayor coherencia al edificio y estaría más acorde con el color de la teja.
Pináculos y buhardilla
Con esta iniciativa, indica Tostado, la Cocina Económica pretende “poner en valor este edificio que es patrimonio de la ciudad y hacer que la ciudadanía valore y disfrute de la obra de recuperación, saliéndonos, además, de la rutina”.
Pero la obra de rehabilitación del inmueble no pasa únicamente por el pintado de la fachada, que será el último de los pasos –el presidente de la entidad lamenta que no se haya procedido al enterramiento de cables en A Magdalena, por lo que se mantendrán a la vista en el inmueble–, sino que supondrá también la recuperación de la cubierta –se empleará teja plana, alicantina, similar a la original– y la construcción de las dos buhardillas que Rodolfo Ucha planificó originalmente y que nunca llegaron a construirse. Estas aportarán luz y ventilación a la parte superior del inmueble.
También se recuperarán en cada extremo de la cubierta los pináculos de zinc y el adorno que se situaría sobre el templete –la parte en la que se encuentra actualmente el rótulo de Cocina Económica–.
Las piezas para esta obra tendrán que venir de una fábrica de Francia, encargada de piezas para edificios históricos y, como curiosidad, Tostado recuerda que cuando se hizo la obra del tejado, hace ya más de 20 años, se retiraron esas piezas, que fueron vendidas, y ahora, sin embargo será preciso recurrir a la compra de otras para su recuperación.
Las obras, como explicó el presidente de la entidad, está previsto que comiencen en torno a principios del mes de febrero y se prolonguen hasta septiembre.
La intervención de la cubierta será la de mayor duración –se estima que unos cuatro meses– mientras que el pintado de la fachada podría prolongarse algo más de mes y medio.
La actuación cuenta con un presupuesto de algo más de 90.000 euros, con cargo a la Consellería de Política Social a través de una subvención de los fondos Feder, procedentes de la Unión Europea. Serán invertidos en la recuperación del emblemático edificio, con el fin de evitar que se pierda, como ha sucedido con otras edificaciones catalogadas, Este edificio ya pasó por obras en 2016, con la recuperación de la sala de espera y la fachada lateral de la edificación, también con subvenciones procedentes de la Consellería y de la Diputación.