11º-18º
viernes | 19 abril | 2024
Una conductora alertó a la guardia Civil de la presencia en la AP-9 de un conductor que circulaba delante de ella invadiendo los dos carriles de la vía y realizando una conducción en zigzag, por lo que, a su parecer, presentaba síntomas evidentes de estas conduciendo bajo la influencia del alcohol o estupefacientes.
La llamada recibida en la central operativa de Tráfico –COTA– motivó el desplazamiento de una patrulla de la agrupación de Tráfico hasta el punto kilométrico 9,500 de la autopista en dirección a Ferrol. Sin embargo, la conductora que dio la señal de aviso no se limitó a alertar de este hecho, sino que procedió a la interceptación del otro coche, obligándolo a detenerse en el arcén.
Por el punto indicado circulaba en ese momento un guardia civil del Destacamento de la Agrupación de Tráfico de Ferrol, que se encontraba fuera de servicio, y que se detuvo al observar que dos vehículos se encontraban estacionados en el arcén de la autopista.
Así, procedió a la señalización y aseguramiento de la zona hasta que llegaron las patrullas que se encontraban de servicio y a las que se había alertado de los hechos, al ser las que se encontraban más próximas al punto indicado.
Los agentes procedieron a la realización de la prueba de detección del consumo de bebidas alcohólicas al conductor del vehículo que circulaba de forma inapropiada y arrojó un valor de 0.80 mg/l de alcohol en aire espirado en la primera prueba y de 0,74 mg/l en la segunda.
La patrulla desplazó al conductor y al vehículo hasta el peaje de Guísamo y continuó con las diligencias pertinentes.
Aunque desde la agrupación de Tráfico de la Guardia Civil se agradece la colaboración de la ciudadana que dio el aviso, ya que permitió controlar y retirar el coche de la circulación, se recomienda a los conductores que no interactúen directamente, salvo por causa de fuerza mayor, debido al peligro implícito que conlleva este hecho. Se aconseja dar el aviso oportuno y esperar la llegada de las patrullas.
También se recuerda que la conducción bajo la influencia del alcohol conlleva penas de tres a seis meses, multa de seis a doce meses, y privación del derecho a conducir entre uno y cuatro años, en caso de ser condenado.
