El secretario xeral de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, aventuró ayer en Vigo que el presidente de la Xunta y del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, “sabe que no tiene el apoyo de la mayoría de la ciudadanía gallega”.
En una intervención ante la prensa con motivo de su visita a esa ciudad, confesó que percibe claramente que la mayoría de la ciudadanía gallega “está harta de aguantar los gobiernos y la prepotencia de la Xunta de Feijóo” y que el presidente autonómico “no es un ejemplo para nadie”.
El dirigente del PSdeG se expresó en estos términos después del homenaje que la urbe viguesa rindió a Emilio Martínez Garrido y José Antela Conde, militantes socialistas y alcaldes de Vigo y Lavadores, respectivamente, el 27 de agosto de 1936, cuando fueron fusilados por las fuerzas fascistas tras el alzamiento militar.
Caballero dio, asimismo, por fracasada la fórmula España Suma propuesta por el líder de los populares, Pablo Casado, la cual se ha encontrado con el rechazo de Ciudadanos, y también criticó a Alberto Núñez Feijóo por no querer ver la realidad.
“Feijóo no quiere ver la realidad, sigue diciendo que él es el ejemplo para Casado, y le queremos decir a Feijóo que no engañe a Casado, que le diga la verdad, que Feijóo perdió por primera vez las elecciones en Galicia en abril”, aseguró el socialista. Según Caballero, los gallegos están “hartos” de los recortes de Feijóo, de “soportar los recortes sociales en tantas cuestiones, de ver cómo deshicieron la sanidad pública gallega”, por lo que el propio presidente de la Xunta sabe que su ciclo político ha terminado.
Política de pactos
Caballero atacó también a la política de pactos de las “tres derechas” –Partido Popular, Ciudadanos y Vox–, las cuales “siguen apostando por caminos que nos llevan a la involución”, y “ponen en riesgo muchos de los avances que se produjeron en nuestro país”, y se refirió específicamente a los pactos de Gobierno alcanzados en Madrid y Murcia.
Para el líder de los socialistas gallegos, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, hizo en su momento “una oferta de un Gobierno de coalición como nunca hubo en la historia de España para que en el Consejo de Ministros estuviesen sentadas distintas fuerzas políticas”.