La presidenta del Parlamento de Galicia, Pilar Rojo, introdujo la polémica sobre la no asistencia de cargos públicos a actos religiosos en su ofrenda ante el Apóstol Santiago y apeló al deber “constitucional” de los representantes de “honrar” y “cooperar” con las “creencias religiosas” de la sociedad.
Durante su intervención como delegada regia en el acto de Traslación del Apóstol, Rojo subrayó el deber de “respetar y honrar” una festividad como esta y recordó que la Constitución española “obliga a los poderes públicos a tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad” y a “cooperar con las distintas confesiones”, entre las que “cita expresamente a la Iglesia Católica”.
En la ofrenda, Pilar Rojo calificó de “privilegio” el poder tomar la palabra durante el acto y reivindicó el “espíritu constitucional anclado en la no confesionalidad” frente al “laicismo, un principio que no contempla la Carta Magna”.
Del mismo modo, subrayó la “deuda” de la sociedad gallega con el “fenómeno jacobeo”, una cuestión “que no hay que olvidar nunca, tampoco por parte de los poderes públicos”.
La delegada regia hacía referencia así a la decisión de los alcaldes de las mareas –Santiago, Ferrol y A Coruña– de no acudir como representantes públicos a actos religiosos para separar las actividades de la Iglesia de su labor en el ámbito civil ya que lo consideran un asunto privado.
De hecho, el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, no acudió ayer a los actos religiosos de esta celebración, aunque sí cumplió con su papel institucional participando en el pase de revista a las tropas y en la recepción institucional celebrada en el Pazo de Raxoi tras la Homilía. El pasado año, el entonces regidor, Agustín Hernández, actuó como delegado regio, un encargo que el actual alcalde ya avanzó que rechazaría en el caso de ser propuesto.
cumplir las obligaciones
Tras la celebración, el alcalde de Santiago consideró que es “respetable” la posición de Pilar Rojo pero reiteró que la decisión de no participar en actos religiosos está “explicitada” y parte de la “posición del grupo de gobierno de separar los espacios civiles y los religiosos”.
“Ayer cumplimos con nuestras obligaciones de representación, como siempre”, dijo Noriega en declaraciones a los medios de comunicación poco antes de participar en la recepción en Raxoi, tras lo que se amparó en la decisión del grupo de gobierno.
Finalmente, el regidor echó mano del humor para ironizar con la posibilidad de que el mensaje de Pilar Rojo fuese dirigido al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, o al portavoz del PP local, Agustín Hernández, que “tampoco estaban”.