Como club, el Star Center Uni Ferrol tenía una asignatura pendiente. Consolidado en la máxima competición del baloncesto femenino nacional y con un crecimiento exponencial de sus equipos de base, a la entidad departamental le faltaba recuperar un lugar dentro de la elite autonómica en categorías de formación tras varias temporadas sin que ninguno de sus equipos jugase al más alto nivel. El sábado resolvió esta situación después de que su escuadra júnior femenino certificase su ascenso a Primera Gallega.
Lo hizo en Laracha, ante el Xiria (37-71), en el partido que cerraba la fase de ascenso y con el que la formación que dirige Agustín Arcos ponía el mejor broche a una temporada muy satisfactoria, en la que el único equipo capaz de hacerle sombra fue, precisamente, otro conjunto local, el Baloncesto Base Costa Ártabra. De hecho, ambos terminaron esta última liguilla empatados en la cabeza de la clasificación –las radicadas en Neda ganaron al Calasancias (66-53)–, pero el “basketaverage” particular benefició a un Universitario que tiene ante sí ahora el reto de consolidar su cantera.
En el polo opuesto, el cuadro junior masculino del Costa Ártabra, que cerró la campaña con un traspié ante el Compañía de María (66-42) que lo deja como colista en la fase de ascenso. Un resultado que no debe eclipsar una temporada más que prometedora para la recién creada entidad de formación que, de hecho, tiene a otras dos escuadras luchando también por el ascenso.
Una de ellas, la cadete femenina, superó al Peleteiro (52-56) y sigue la estela del líder, el Maristas, del que solo lo separa una victoria que intentará enjugar en la segunda vuelta.
En la cita cadete masculina, peor le fueron las cosas al Sologas Basket School, que encajó su primer traspié a manos del Cambre (63-49), a pesar de lo cual mantiene el liderato de su cuadro en la fase de ascenso norte, empatado con el Cidade de Lugo. Un resultado que iguala mucho las cosas en una liguilla a la que solo le restan tres partidos y en la que todavía no hay ningún equipo descartado para el ascenso.
La última jornada no ha sido especialmente propicia para otro de los conjuntos locales, un Basket School que encajó su primera derrota (52-56) de esta última fase a manos de, precisamente, el equipo que se postula como máximo candidato al ascenso, el Maristas. Un traspié por la mínima que permite a los ferrolanos albergar esperanzas de invertir la situación en el choque de vuelta y luchar así por el ascenso de aquí a principios de junio, cuando todo quede resuelto.