Limpieza de nichos y de tumbas, arreglos de piezas de los túmulos que se encuentran en peor estado y preparación de centros florales o de ramos para colocar en las sepulturas son los preparativos que estos días se llevan a cabo para, en las jornadas de Todos los Santos y de Difuntos, acudir a visitar a los familiares que descansan en los cementerios.
Son los días del año con mayor número de visitas, que se completan con el fin de semana previo y el posterior, al coincidir estas celebraciones en los días intermedios. Aún así, no se produjeron aglomeraciones a horas determinadas y aunque la afluencia fue continua a lo largo de la jornada de ayer, no hubo atascos en las vías más próximas a los cementerios municipales de Ferrol y comarca, que contaban con dispositivos especiales de Policía Local para dirigir el tráfico y controlar la llegada de los visitantes.
Pocos son los que no tienen algún familiar que visitar en los cementerios, y el de Catabois, en Ferrol, es de los que reúne a mayor número de enterrados, ya sea en panteones o en los nichos que han ido construyéndose en filas, para poder dar salida a las necesidades de ampliación de camposanto.
Sea cual sea la sepultura y el color del mármol, estos días lucen llenos de tonos vivos, los que imprimen las flores que inundan tanto los jarrones decorativos como los pasillos en los que se acumulan los centros florales.
Por eso, las floristerías también abrieron sus puertas en festivo, para facilitar las adquisiciones a los más rezagados o a los que no dispusieron hasta ayer del momento para coger sus flores frescas con las que adornar los nichos.
Bolsas con útiles de limpieza, jarras y botellas para agua y macetas y jarrones completaron ayer los complementos de todos los que se acercaban al cementerio a honrar a sus familiares difuntos. Los más adelantados, que ya cumplieron con su cometido de adornar las tumbas antes, ayer simplemente se acercaron para recordarlos y dedicarles una oración.