“Juego con figuras geométricas, con planos y curvas, y digo jugar porque disfruto”

“Juego con figuras geométricas, con planos  y curvas, y digo jugar porque disfruto”
el escultor ferrolano, en la galería sargadelos d. alexandre

El escultor José Rubio Gascón (Ferrol, 1937) expuso por primera vez en 1954 pero fue el 3 de mayo, en la galería Sargadelos, cuando se estrenó con una antológica, “Las manos del tiempo”, casi sesenta años después.

¿Por qué ahora?
Porque me invitaron a exponer en Sargadelos y les dije que sí. Y lo que no quería era hacer una exposición de una serie toda igual. Quiero que el que venga vea distintas técnicas, distintos materiales. Hay clásico, hay abstracto, hay variedad. Y juego un poco con las luces, porque no quería tener una iluminación completa, quería jugar con las sombras.

¿Qué es lo más antiguo?
Lo más antiguo es la cabeza que está en la entrada, que es de los años 60. Cada pieza tiene su estilo. Juego con los volúmenes, con el vacío, con el positivo-negativo... Intento aprovechar todo tipo de materiales, de residuos. También traigo pintura, aunque no es pintura clásica, es una escultopintura. Hago el dibujo, le doy volumen y después lo pinto.

¿Cuándo comenzó usted con la escultura?
Yo empecé sobre el 50. En el 54 hice la primera exposición en la Escuela de Artes y Oficios y me dieron el primer premio de escultura. Después expuse con el pintor Antonio Yáñez (en 1959) en la sala que había en la parte baja del Ayuntamiento. Y a continuación ya en congresos en Madrid, y Barcelona, tengo varios premios. En el 68 Segura Torrella me encargó el boceto del monumento que se iba a hacer en Ferrol a Concepción Arenal, que fue fallido por falta de presupuesto, y después se hizo por mediación de otro escultor.

Pero usted tiene obra pública en la ciudad, como el busto de Díaz Baliño.
El busto de Díaz Baliño es lo más reciente (de 2011), también tengo “Mulleres Falando” (2007) delante de la Xunta. En la plaza de la Ilustración, “Libertad” (2006), y en el parque Pablo Iglesias, “Mirando al futuro” (2007).

¿Y qué le dicen? Porque Ferrol es una ciudad muy crítica.
Y de lo cual me alegro, porque todo lo que haces no puede gustar, hay a quien le molesta. Yo tengo muchas cosas en el estudio que no me gustan, las meto en un rincón o tiro con ellas.

Recibirá más bien elogios.
(Sonríe). La que más éxito tuvo es la de delante de la Xunta. Está muy a mano. Y el pájaro que está en los jardines de Pablo Iglesias, un pajarraco grande, de ocho metros. La escultura que hagas siempre tienes que ubicarla para la zona para la que vas a hacerla, porque no puedes nunca molestar.

Volvamos a sus inicios.
Yo empecé sobre el año 50 y mi profesor fue don Agustín Mirás, hijo de Agustín López Mirás, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Ferrol, adonde yo nunca pude asistir, porque era muy joven y me tuve que buscar la vida.

¿En qué año nació?
Nací en el 37. En el 50 más o menos, empecé con clases de dibujo y modelado con Mirás. Me faltaba la fundición.Yo quería fundir, quería hacer mi modelo, quería hacer el vaciado y pasarlo a escayola. Así que se lo pedí al que le fundía a Don Agustín, que era un tal Suso, en Esteiro. Yo salía de clase, por la tarde, cuando tenía libre, me iba al taller, ponía el buzo y fundía cornisas del techo y lo que fuera. Después empecé con moldes... estuve año y pico con él, y después con Miramontes también. Fui buscando. Pasado lo de la escayola me enteré de lo de la fibra de vidrio. Eché quince días con un señor que hacía embarcaciones. ¿Había que soldar? Pues me busqué otro señor que soldaba. No había Escuela de Artes y Oficios pero la ilusión era tanta que yo me busqué la vida como fuera con profesionales. Como no estudies, olvídate.

Se hizo su propio plan de estudios para aprender lo que le hacía falta.
Y me sigue faltando, que no llegas, que siempre estás aprendiendo. Y yendo a museos y buscando materiales y cómo usarlos. Primero un gel que se fundía con calor, al baño María, después la silicona. La Escuela de Artes y Oficios me la tuve que buscar.

¿Ya trabajaba en el negocio familiar, en la pastelería?
No, en la pastelería empecé joven, pero después de estudiar. Le dije a mi padre que quería Bellas Artes pero en aquel entonces, claro... Hice la carrera de Comercio a medias, lo dejé plantado y me metí en el oficio. Disfruté, lo cogí con cariño, y aprovechando que tenía chocolate pues hacía cosas en chocolate también. Es igual modelar en una cosa que modelar en otra, hay que conocer el material.

¿Trabaja a diario?
Todos los días. Sobre las 10.00 estoy en el estudio. Acabo de comer y vuelvo. Ahora, que tengo más tiempo libre, es una dedicación total.

Una dedicación que tiene de toda la vida.
Desde siempre, sí, pero cuando tienes un trabajo por medio, yo a lo mejor una pieza la empezaba y tardaba dos meses...

Destacaba Guillermo Ferrández en la inauguración que usted ha colaborado con artistas de todas las generaciones.
Pues sí. Todos son amigos, yo lo que odio es “si yo hago, si tú haces”, el ego ese que no vale para nada. Que tú vayas por el mundo adelante diciendo “es que yo hice, yo hago”, ¿te vale de algo?, ¿honradamente? Si todos somos aves de paso. Entonces, lo que puedas transmitir, y oye, que ilusiones a la gente, es una satisfacción para uno. Tienes que buscar la compañía de tus compañeros.

Lo han homenajeado sus vecinos de Recimil y también tiene las insignias de oro y plata del Ayuntamiento.
Bueno, pero, bien... Pues mira, la asociación de Recimil lo organizó, después el Ayuntamiento también pensó que merecía algo...

¿Cómo ve su trayectoria?
Yo siempre trabajé con lo clásico pero, o te quedas ahí estancado o evolucionas, jugando con figuras geométricas, con planos y con curvas. Yo digo jugar porque disfruto. Hago mi punto de vista, guste más o guste menos, pero por lo menos me quedo satisfecho.

¿Quienes han sido sus principales influencias?
Hombre, hay buenos escultores pero yo siempre fui muy adicto a Rodin, que es un clásico avanzado, con esa fuerza. Después, Julio González, ya empiezas con otros modernismos, con chapas, ya tienes otra expresión. Te influyen en cómo ves las cosas y después intento meter otras cosas. Esto de la fibra con el cemento, se me ocurrió un día y me dio un resultado novedoso para mí.

“Juego con figuras geométricas, con planos y curvas, y digo jugar porque disfruto”

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