El Pleno celebrado en el Concello de Ortigueira hace una semana aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos una moción para dar visibilidad a la difícil situación económica por la que pasa Aspromor, entidad que presta atención a personas con discapacidad intelectual.
En dicha medida, se estableció la necesidad de celebrar una reunión con todos los partidos y la junta directiva de la asociación; convocar a los ayuntamientos limítrofes de Cariño, Cerdido y Mañón, como zonas en las que viven o pueden vivir usuarios de Aspromor, para que colaboren en la toma de decisiones de apoyo; la realización de actividades solidarias de las diversas asociaciones para la obtención de fondos que ayuden a paliar las necesidades económicas actuales; realizar las gestiones pertinentes para que pueda ser abonada legalmente la subvención concedida a la organización; y pedir a los vecinos su apoyo incondicional.
Desde Aspromor se muestran contentos con el respaldo recibido por parte del Concello y aseguran que llevan arrastrando este problema desde hace cinco años. “No se le puede pagar al panadero, ni la calefacción, la luz o el teléfono.. los trabajadores sufrimos cada día con esta situación porque vivimos al día”, explican, al tiempo que aseguran que también tienen problemas para cobrar sus nóminas.
La asociación cuenta actualmente con 30 usuarios –de distintos concellos– y once trabajadores, que se han visto obligados a modificar sus actividades por culpa de este problema. “Nos cerraron el invernadero y la reparación de contenedores... La nueva presidenta, Isabel Lorenzo, mandó realizar una auditoría, la cual dictaminó que tendríamos que estar en concurso de acreedores hasta diciembre”, señalan.
Desde la entidad aseguran que el alcalde se comprometió a doblarles el convenio de subvención –dotado de 15.000 euros este año– y que no habrían podido cobrar porque acarrean una multa con el consistorio de 1.500 euros por el impuesto de circulación de las furgonetas. Pero esta situación se subsanó gracias a que cada concejal donó 200 euros para poder justificar la deuda, “porque todos los partidos entendieron la gravedad del asunto”, alegan.
Los trabajadores se muestran unidos en la causa y de acuerdo con las decisiones de la nueva presidenta y solicitan “no andar a la deriva” y la ayuda de los concellos próximos –Cariño aportó 3.000 euros este año– porque conforman un “servicio comarcal”. n