La Casita, un negocio vivo y moderno que se amolda a su clientela

La Casita, un negocio vivo y moderno que se amolda a su clientela
Óscar García

Óscar García Murillo decidió dar un giro a su vida tras el nacimiento de su primer hijo y haberse perdido prácticamente su primer año de existencia por cuestiones laborales. “Vivir de la hostelería no es fácil si uno quiere conciliar y disfrutar de la familia, así que decidí montar mi negocio y convertirme en mi propio jefe y poder disfrutar de mi hijo de 24 meses”, explica este joven de 33 años.

Fue de este modo como nació La Casita, Desayunos y Pinchos, en el barrio de Esteiro. “Nos decantamos por esta zona de la ciudad porque nos encanta y porque entendemos que de este modo contribuimos a dinamizar el barrio aportando nuestro particular granito de arena, dándole algo más de vidilla y que este vuelva a resurgir”, asegura Óscar García.

Oferta diferente

Tanto Óscar García como su mujer, Rebeca Villanueva, trabajan codo a codo para lograr diferenciar su bar de otros similares de la zona. “Decidimos decantarnos por los desayunos, con opciones para veganos y celíacos, porque era algo poco explotado aquí y después le fuimos dando alguna vuelta más”, explica García Murillo, quien añade que el que visita La Casita “debe venir apropósito, ya que sino es poco probable que pasen por esta zona de la ciudad, así que debemos llamar la atención de quienes no estén aquí al lado ofreciendo cosas diferentes”.

“El que viene a la Casita lo hace apropósito, por eso debemos despertar el interés de los que no están aquí al lado también ofreciendo cosas diferentes”

En La Casita apuestan por una oferta diferente, adaptada a los tiempos y gustos de la sociedad actual. El local, “veganfriendly” y “petfriendly”, es decir, apto para veganos y que permite el acceso de mascotas (a quienes si se desea también se les ofrece su plato con agua y comida), abre desde bien temprano, las cinco de la mañana, con su oferta de desayunos, pudiendo escoger entre una gran variedad como el Doña Cani, Don Nicanor, Don Sergio o Don Manuel, entre otros. Una amplia oferta entre la que se incluyen opciones tradicionales o bien unas tortitas bañadas, o no, con sus siropes naturales de frutos rojos, caramelo, café, limón, dulce de leche, chocolate blanco o pancake, todos sin azúcares añadidos ni grasas. No faltan entre las propuestas los cereales, alternativas que incluyen fruta y zumos y opciones para celíacos. Además, es posible escoger entre varios tipos de leche: de soja, avena, arroz, y vaca, en este último caso se trata de un lácteo de producción ecológica procedente de la granja Xanceda.

Al margen de los completos desayunos, La Casita ofrece también la posibilidad de degustar un refresco, un buen vino o una cerveza acompañada por las habituales patatas bravas o uno de los pinchos del día, cuyas opciones son siempre aptas para veganos.

Muy activos en redes sociales, de lo que se encarga personalmente Rebeca, todas las mañanas informan a sus seguidores sobre el pincho del día y otras propuestas.

Cultura y arte

El propietario de La Casita Desayunos y Pinchos explica que sus productos se sirven a precios de barrio, “intentamos ajustarlos mucho ya que nuestro público son vecinos del lugar, universitarios, gente que viene a los cines Dúplex o a otros locales.”

Precisamente, pensando en su público, La Casita ha querido brindar un espacio de encuentro para las gentes del lugar, “un sitio en el que puedan encontrar cabida sus manifestaciones, sus inquietudes”, explica el propietario. Así es como nacieron los “Vermucitos”, que se celebran los fines de semana e incluyen actuaciones en vivo. Del mismo modo se empezaron a celebrar en el bar exposiciones y otros eventos de corte literario como las jornadas de “Micros abiertos”, donde los clientes pueden leer  de viva voz sus relatos o escritos. El pasado fin de semana se celebró una de estas sesiones en la que mucha gente aprovechó el espacio para presentar sus creaciones literarias y poéticas y compartirlas.

Aseguran desde La Casita que seguirán en esa línea, incorporando nuevas propuestas culturales, así como las degustaciones de cervezas artesanas, ya sean las gallegas (alguna con sabor a chuces), nacionales e internacionales, estas últimas son de reciente incorporación y están gustando mucho.

La Casita, un negocio vivo y moderno que se amolda a su clientela

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