El sector del comercio da hoy el pistoletazo de salida a una temporada de rebajas que estará marcada por las limitaciones de movilidad derivadas de los cierres perimetrales establecidos por la Xunta de Galicia.
El presidente del Centro Comercial Aberto Ferrol-A Magdalena, Cristóbal García Nores, prevé un año “muy difícil” debido a la crisis sanitaria y a las restricciones de movilidad, “que nos han hecho y nos harán mucho daño”, aseguró ayer. Así, explicó que esta situación insólita provoca que “a Ferrol le resta los 40.000 habitantes de Narón y a Narón, los 66.000 de Ferrol, con todo lo que eso supone”. Con todo, García Nores señaló que el sector “está preparado” y que tanto a partir de hoy como en las semanas anteriores “hemos hecho más rebajas y promociones que nunca a la vista de esta situación excepcional”.
En ese sentido, el portavoz de los comerciantes ferrolanos quiso destacar los efectos que ha tenido la suspensión de actividades como la cabalgata o el cierre de la hostelería a partir de las seis de la tarde. “Somos lo mismo, el mismo sector. Comercio y hostelería vendemos productos y servicios; unos, unas cosas y otros, otras, pero sufrimos las consecuencias pese a no ser los responsables de esta crisis”, dijo antes de reclamar de las administraciones “un apoyo mayor”, principalmente a la vista “de lo que puede llegar en las próximas semanas”.
Para la Asociación de Comerciantes de Narón, el panorama tampoco es alentador y, pese a reconocer que las navidades “se han ido salvando”, su presidenta, María Yáñez, cree que las limitaciones de movilidad serán determinantes los primeros días. “No es solo Narón y Ferrol”, señala, “es que hay muchos clientes que vienen de otros concellos y que no podrán entrar para hacer sus compras”. Estas circunstancias, apunta Yáñez, están generando “pesimismo y desánimo” no solo entre los trabajadores del sector, sino también en la propia clientela “por la incertidumbre”.