Katherine Jackson, dos de sus hijos (Jermaine y Rebbie) y varios amigos declararon hace unas horas contra Trent Lamar Jackson, el sobrino de la matriarca artística, al que acusó de estar aislando de sus hijos haciéndose con sus finanzas. La madre del rey del rock no solo acusa a su familia de haberle robado dinero, sino que tiene claros motivos para sospechar que cada uno de sus movimientos es vigilado con cámaras y micrófonos ocultos.
Los abogados de la mujer de 86 años presentaron en sede judicial una serie de documentos en los que palpa los temores a que el chófer de la familia haya cableado toda la residencia. “El único lugar en el que puedo tener una conversación privada es en mi cuarto de baño, fingiendo que estoy usándolo para poder hacer una llamada”, decía Katherine, que añadía que suele vestirse en el armario por temor a que Trent la esté viendo a través de las cámaras.
Asimismo, la matriarca sospecha que su sobrino esté robándola de manera puntual y que haya puesto parte de sus negocios y de sus tarjetas de crédito a su nombre. Tal vez lo peor de todo lo declarado es cuando afirma que Trent la ignoró cuando sufrió una serie de convulsiones, evitando llamar al 911 y asegurando que él se encargaría de su cuidado.
Jermaine menciona un altercado físico, donde Trent supuestamente lanzó una de las hermanas Jackson contra una pared, le golpeó a él y a uno de sus sobrinos. El artista de 62 años afirma que su primo ha sustraido a su madre más de 40.000 dólares.