El verano extremadamente seco que A Coruña está viviendo estos días tiene su reflejo en un incremento de las intervenciones de los socorristas. Las playas se abarrotan cada día de veraneantes dispuestos a disfrutar del sol y del mar, y cada uno de ellos es una víctima potencial que vigilar. Fuentes de los servicios de emergencia apuntan a que, en lo que va de temporada de baño (comenzó el 15 de junio), ya se ha incrementado un 15% con respecto al año anterior, cuando se registraron 189. La mayoría de ellos, leves.
En realidad, solo se han vivido dos incidentes graves en lo que va de temporada: el primero tuvo lugar el 8 de julio cuando, a pesar de la pronta actuación de los socorristas, falleció un vecino del Agra do Orzán de 73 años que nadaba en el arenal de Riazor, delante del Playa Club. Murió por un fallo cardíaco que resultó fulminante: la mar estaba muy tranquila y la víctima parecía estar disfrutando de su baño cuando de repente, comenzó a flotar boca abajo, alarmando a los que lo vieron. Inmediatamente, los servicios de emergencia rescataron al individuo, procediendo a practicarle la reanimación cardiopulmonar allí mismo, pero sin resultado.
El año pasado había tenido lugar un incidente similar cuando por las mismas fechas murió un hombre de 71 años, también en Riazor y también por fallo cardíaco. Ese mismo individuo había sido salvado de una situación similar en 2013. Por otro lado, también tuvo lugar otro espectacular rescate en la playa del Orzán, el día de San Juan, cuando un joven se bañó en la escollera de La Coraza y fue sacado de allí por los policías que formaban parte del dispositivo de Riazor en contra de su voluntad.
socorristas en prácticas
Por el momento, A Coruña se está librando de la trágica tendencia que siguen otras playas de Galicia, que en lo que va de verano se ha puesto a la cabeza en número de ahogamientos, unos 20 en total. La cifra viene acompañada de la polémica porque algunos municipios, como el de Miño, no han podido ofrecer un servicio de socorrismo, una misión que en A Coruña, y por primera vez, realizada la empresa Move, que mantiene una guardia permanente de 28 socorristas, a los que dentro de una semana se unirá un refuerzo de estudiantes en prácticas que patrullarán con los veteranos.
Se trata de una de las primeras promociones con la nueva ley implantada por la Xunta, que ha convertido el socorrismo en un título de FP más. Aunque la mayor parte de las entidades involucradas (como Cruz Roja o la Federación de Salvamento e Socorrismo de Galicia, que imparten esta titulación), consideran que ha sido beneficiosa una medida que aumentará el estándar de calidad, también es cierto que ha supuesto una reducción en el número de socorristas disponibles.
La razón es el coste: unos mil euros para estar cualificado para un trabajo que solo se realiza tres meses al año (la temporada acaba a mediados de septiembre) y cuyo sueldo mensual no es mucho mayor de esa cantidad. Eso desanima a los candidatos.