Con referentes como el Palais Royal de París, las “squares” londinenses y otras más próximas como la alameda de Santiago o de Padrón o incluso la de Suanzes de Ferrol, el espacio que plantea el proyecto “Lugar de todas” optan por un pavimento de granito enmarcado por las calles de adoquín y que, a su vez, enmarca un amplio plano de tierra compactada y drenada, rodeada de árboles de gran porte. LA necesidad de “pisar tierra” es la inspiración de este proyecto, en el que los tilos se perfilan como árboles predominantes y elementos constructores de la plaza.
Por lo demás, farolas como las incluidas en el catálogo municipal entre los árboles, sin jardinería y ni apenas mobiliario urbano conforman una plaza, que se defiende como “vacío urbano”.
El bajo coste del proyecto –1,2 millones– han hecho que se haya optado por una propuesta con bajo mantenimiento y que convierta la zona en un lugar lleno de posibilidades y que, además, “una vez construida parecerá que siempre estuvo ahí”.
La plaza recupera sus trazas históricas e incorpora, además del pavimento de tierra compactada, losas de granito silvestre, adoquín de granito reciclado gris perla, arboleda de tilos de hoja ancha y algunos bancos –según el catálogo del proyecto de mobiliario urbano del barrio de A Magdalena–.
Otra de las características principales de este “Lugar de todas” es el establecimiento de una superficie con pendientes suaves, que van desde el 1,1% en la línea que une la calle Dolores con la Galiano, hasta el 4,4% en ciertos tramos de la calle de la Tierra, con una media del 3%. Como referencias se apuntan la plaza de la Quintana, la Piazza del Campo en Siena o Las Ramblas barcelonesas.
La accesibilidad total está presente en la plaza y se propone una nueva entrada al Ayuntamiento, que incorpora un banco corrido para permitir el descanso y la estancia.
elementos
Fuente y monumento son dos elementos que darán personalidad al “Lugar de todas”.
Así, la fuente se inserta en el nuevo banco corrido y recordará a la que en su día tuvo la plaza de Armas. Volverá, dice el proyecto, “el sonido y el frescor del agua de la fuente”.
Además de este elemento, la nueva plaza incorpora un monumento que servirá de distintivo del espacio. Se trata de un monumento al barrio de A Magdalena, a sus constructores y a sus gentes. Será una escultura construida con seis piezas de granito que representan las seis calles longitudinales del barrio. Serán distintos, dos de las canteras que construyeron Ferrol y las otra cuatro de canteras de las cuatro provincias gallegas.