El primer ministro australiano, Tony Abbott, anunció ayer un ambicioso programa de renovación de la flota militar que permitirá salvar el bache de ocupación que de otro modo sufriría la industria al terminar la construcción de los destructores AWD. Para evitar la pérdida de las capacidades adquiridas y la destrucción de 2.500 empleos, el Gobierno de Canberra prevé invertir en las próximas dos décadas cerca de 60.000 millones de euros en un plan que comenzará de inmediato, con la apertura de dos concursos para la construcción de nueve fragatas y veinte corbetas.
El primer ministro australiano ha explicado con detalle estos planes ante los medios de comunicación y ha respondido sus preguntas. En octubre se abrirán los concursos de las fragatas (SEA 5000) y el de las corbetas (SEA 1180), adelantando en un par de años la planificación anterior.
Se destinan más de 18.000 millones de euros al programa de las fragatas, cuya construcción deberá comenzar en el año 2020. Navantia tenía hasta el momento fundadas expectativas de hacerse con el diseño de la próxima generación de buques de escolta australianos, puesto que el anterior ministro de Defensa, bajo el actual gobierno, anunció hace un año que probablemente se tomaría el modelo de los AWD, realizado por el grupo español, como base. Hace unos días, medios especializados del sector publicaron que se han descartado estos planes y que la intención es convocar un concurso internacional al que concurrirán también franceses, italianos y alemanes.
Navantia parte, no obstante, de una buena posición en aquel país, para el que ha construido los dos LHD –su práctica totalidad– y ha diseñado los destructores AWD. Precisamente los sobrecostes y los retrasos que acumula este último programa han llevado al Gobierno a contratar más servicios a la compañía española, que se implicará directamente en la gestión del mismo a partir de octubre.
El retraso de los AWD ha tenido también otra consecuencia importante para Navantia. Los australianos decidieron a raíz de ese hecho contratar en un astillero extranjero la construcción de dos buques de apoyo logístico que necesitan con cierta urgencia. El grupo español y los coreanos de Daewoo son los únicos que concurren a este concurso, que debería resolverse hacia finales de este año. A favor de Navantia juega, en este caso, la permanencia durante casi un año del BAC “Cantabria” con la flota australiana, así como la compatibilidad de sus sistemas con los del LHD, también de factura española.