La crisis derivada de la pandemia del coronavirus ha obligado a las autoridades sanitarias a adoptar medidas también en materia de recursos humanos y medios para la gestión de la complicada situación, con el fin de reforzar el sistema nacional de salud.
En este sentido, la orden publicada el 15 de marzo, y modificada el pasado día 27, recoge la posibilidad de suscribir contratos laborales de duración determinada, de auxilio sanitario, a estudiantes en su último año de formación en carreras como Medicina o Enfermería.
“El contrato que, en su caso, se suscriba deberá indicar que se desarrolla en calidad de apoyo y bajo supervisión de un profesional sanitario”, indica la norma.
En la Facultad de Enfermería de la Universidade da Coruña en el Campus de Ferrol, un total de 35 alumnas y alumnos de cuarto curso del Grado de esta especialidad se ofrecieron voluntarios para ponerse a disposición del Sergas en el que caso de que fuesen requeridos.
“Una vez que salió la orden en el BOE, todo empieza a depender del Sergas. Comprendemos que en una situación de crisis, el mando único es lo más operativo. Nosotros lo que hicimos fue hacer llegar a los alumnos de cuarto curso un correo que nos enviaron desde el departamento de Recursos Humanos en el que se les pedía que los que se ofrecieran voluntarios para una posible contratación en el modo de ‘auxilio sanitario’, que debe ser supervisado siempre por un profesional, pues que se apuntaran”, explica la decana de la facultad ferrolana, Emma Rodríguez Maseda.
Tuvieron que especificar además para qué área sanitaria se ofrecían voluntarios, pudiendo optar así por la adscrita a sus respectivos lugares de residencia, donde todas y todos se encuentran debido al actual estado de alarma.
Según la decana, alrededor del 60% de voluntarios eligieron Ferrol; el 30% Coruña; y luego algún otro en Burela, Salnés o Vigo, dependiendo de sus localidades de origen.
Organización
“Por el momento no han llamado a ninguno”, comentó Rodríguez Maseda. “El Sergas los tiene organizados, ya sabe con qué alumnos cuenta, pero son un recurso del que solo tirará si la situación no deja otra alternativa”, explica.El número de voluntarios del centro ferrolano constituye alrededor del 62% del alumnado total de este último curso (unos 55 estudiantes).
En algunos casos, no pudieron mostrar esta disponibilidad al encontrarse ya trabajando en esta crisis. Se trata de estudiantes de esta titulación que son ya auxiliares de clínica y que ya están trabajando en esta función, muy necesaria también en esta crisis.
“Tenemos por ejemplo un alumno en Madrid desde el minuto uno, en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, que es madrileño y auxiliar de clínica. Como los veranos ya trabajaba, lo llamaron y enseguida se marchó para allí para echar una mano. Tenemos otros tres en el Chuac que son también auxiliares de clínica; todos estos no se ofrecieron voluntarios porque ya están dentro del sistema, en figuras auxiliares que también hacen falta”, destaca.
La profesora ferrolana subraya asimismo que “nuestros alumnos están más que capacitados para ser un recurso para el sistema sanitario; son alumnos a los que les faltaban unos dos meses y medio para defender su trabajo de fin de grado y estar a disposición del sistema este verano”.
Ahora, en caso de ser demandados, podrán contribuir ya a la lucha contra la epidemia actual. “Es el sistema sanitario el que, teniendo en cuenta cuáles son las características de estos voluntarios, los va a ubicar donde sean más necesarios y donde puedan estar supervisados”.
Por ahora, tal y como ayer confirmaron fuentes del Área Sanitaria de Ferrol, no se contempla esta necesidad, por lo que por el momento no serán reclamados para hacer frente a la situación actual, para la cual sí se han reforzado las plantillas con el personal ordinario.
Solo se recurriría a estos estudiantes una vez se superasen todos los niveles previos de profesionales y residentes disponibles para encarar la crisis.
La decana de la Facultad de Enfermería del Campus de Ferrol mantiene un intenso contacto no solo con este alumnado sino también con la propia área sanitaria, porque “espero que desde la facultad podamos ser un soporte ante esta situación”.
Tanto para Emma Rodríguez como para el resto del equipo decanal, el hecho de que se ofrezca a los estudiantes de último curso la posibilidad de intervenir en esta crisis es positivo por el hecho de que pone en valor su papel.
“Técnicamente están perfectamente capacitados y consideramos que serán capaces de adaptarse y asumir las responsabilidades que se les asignen”, destaca la decana.
Situación
Lo que sí le preocupa, reconoce, es que esta primera incursión profesional de sus estudiantes se produzca en una situación de tanto estrés, sobre todo emocional. “No es fácil inaugurar tu experiencia con una pandemia”, dice.
Supone, sin duda, un reto para un colectivo cuyos docentes, como ella, sienten “mucho orgullo del valor que se le está dando a nuestra profesión; nos sentimos parte de todo esto, porque son profesionales preparados para las responsabilidades que tienen que asumir, y que aunque no se ven, las asumen cada día, aún cuando no hay pandemias”, concluye.