Lleva algún tiempo el Somozas queriendo asegurar su permanencia pero por unas cosas o por otras no ha sido capaz de conseguirlo. Por eso, a falta de tres jornadas del final del campeonato liguero, llega a un encuentro que es como si fuese una final. Porque el partido que lo enfrenta al Paisaco esta tarde –18.00 horas, Manuel Candocia– puede ser, si gana, el de la confirmación de su continuidad en la categoría; el que, si empata, lo mantenga en ventaja para sellar su salvación en las dos últimas jornadas del campeonato liguero; o, en caso de derrota, el que lo meta en serios problemas para continuaer en Tercera.
Con cinco puntos de ventaja sobre las cuatro últimas posiciones –cuyos inquilinos perderán, sí o sí, su lugar en la categoría– pero solo dos sobre la última plaza que en estos momentos implica bajar –por culpa de la plaza de descenso en la que el Rápido de Bouzas se encuentra en Segunda B, aunque en caso de que este al final se produzca cualquier ascenso a la categoría de bronce le devolvería su puesto–, el Somozas necesita sumar. El rival de esta tarde, además, es uno de los que marca la frontera con las posiciones que ahora marca el descenso, así que el resultado será clave para sumar pero también para impedir que el adversario lo haga.
Precisamente el hecho de que el rival esté más habituado a circular por la zona baja de la tabla clasificatoria –“tiene mucha fe en sí mismo”, destaca de él el técnico Manolo García– supone un hándicap para el Somozas que, al menos, podrá contar con muchos más jugadores que el miércoles pasado frente al Silva. Así que, recuperados los futbolistas que estaban sancionados –Manu Cedrón, David Antón y Álex Díaz–, así como el que fue baja por cuestiones laborales –Keko– y disponibles los que arrastran problemas físicos –Joseja Amat y Quindimil–, el cuadro verdiblanco espera mostrar una versión mucho más competitiva para ganar.