La figura de los representantes de calle impulsada dentro del Plan Sociocomunitario de Recimil cumple sus primeras semanas de vida tras su puesta en marcha en las calles de Cedeira y Álvarez de Soutomaior. Las personas encargadas de llevar a cabo este trabajo de mediación para la convivencia son vecinos y vecinas del barrio que se ofrecieron de manera voluntaria.
Mercedes Alonso, una de las que conforman el equipo de la calle Cedeira, hace un balance positivo de la iniciativa. Según explica, la respuesta en los portales es muy buena y “la mejora de la convivencia está bien, pero el barrio lo que requiere es un apoyo económico por parte del Concello”. En este sentido, apunta que los problemas son fundamentalmente de tipo infraestructural, algo que los vecinos entienden que no es de su competencia al tratarse de un grupo de viviendas municipal. “En los edificios, el 50% de los niños sufre problemas respiratorios yo creo que por las condiciones de habitabilidad” según señala, por lo que propone que el Concello se asesore para diseñar un proyecto de renovación del barrio que pueda presentarse ante la Xunta o en el marco de la Unión Europea.
Por su parte, Aurora Brañas (de la calle Soutomaior) incide en que para ella uno de los problemas más acuciantes en el barrio es la ocupación de ciertos inmuebles por parte de algunas familias. A este respecto, el Concello anunciaba esta misma semana la reactivación del proceso de regularización de estos residentes. En general, indica que aunque le parece una buena idea, harían falta muchos más años para contrastar si la experiencia ha dado frutos positivos en un barrio que califica como “complicado”.
Respecto a su denominación como mediadores vecinales, que ya se ha oficializado por parte del gobierno municipal, Alonso aclara que ella tan sólo es una voluntaria del proyecto y que considera que para instaurar una figura de este tipo deberían de recibir formación específica. En cambio, Brañas entiende que más que formación, lo importante es el contacto directo y la psicología para hacer ver a los vecinos conflictivos que los problemas se pueden solucionar sin discutir, aunque insiste en que no siempre esto es sencillo en algunos casos. En su opinión, es ahí donde deberían intervenir los Servizos Sociais del Concello.
A estas dos calles, se le sumarán próximamente la Narón y la Mugardos. La técnica del proyecto, Laura Tojo, hace un llamamiento a los vecinos para que se sumen, contactando a través de programarecimil@gmail.com o del 695 573 135.