Durante toda la mañana de ayer las oficinas de la comisaría de la Policía de Ferrol-Narón siguieron gestionando denuncias por el cierre unilateral y sin previo aviso de la clínica Dental Galiano. Hasta la fecha ya se han tramitado del orden de una veintena y se espera que en los próximos días sigan llegando quejas de pacientes que se han quedado con sus tratamientos a medias y, lo peor, pagando religiosamente las cuotas a la financiera, muchas de ellas superiores a los 6.000 euros.
El cierre de la clínica, que como ya se informó días atrás a quien primero sorprendió fue a los propios trabajadores que se ocupaban del servicio, está causando gran preocupación entre los afectados, cuya cifra final todavía se desconoce, aunque, como bien apuntaba el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de A Coruña, José María Suárez, “todo parece indicar que va a ser un número importante de personas”. María del Carmen Pita es otra de las pacientes de la clínica que se vio en la puerta de la misma el pasado miércoles con su cita en mano y sin poder acceder a las instalaciones.
“No daba crédito a lo que me estaba pasando. Ya me sorprendió que a diferencia de otras ocasiones nadie me había llamado para confirmar la cita, pero nunca imaginé que me encontraría la clínica cerrada”. Esta vecina de Ares debió recurrir ayer a un odontólogo de la Seguridad Social para que le retirase los puntos de la boca que tenía que haberse sacado el miércoles en Dental Galiano, donde acababa de empezar a colocarse seis implantes dentales.
“Aun no me lo puedo creer, no puedo comer del dolor de boca que tengo pero tampoco podría hacerlo por el disgusto que esto me ha generado, no sé como voy a hacer ahora”. Al igual que otros pacientes, María del Carmen financiará su tratamiento, de 5.700 euros, con la financiera Cetelem. “Pago todos los meses, y hasta el año 2022, 118 euros. Tuve que financiar el tratamiento porque es la única forma de poder arreglarme la boca y no puedo dormir con el disgusto que tengo porque no sé que va a pasar ahora”, lamenta esta afectada de Ares. Asegura que se decantó por esta clínica porque su marido también se había colocado implantes y todo había salido muy bien. “Los trabajadores han sido siempre correctos, esto no lo esperaba nadie”.
Al igual que han hecho otros afectados, María del Carmen contactó con la financiera Cetelem tras presentar denuncia ante la Policía Nacional. Asegura que se mostraron bastante solícitos y que le indicaron que contactarían con ella en los próximos días. Lo mismo le dijeron a Marían Pintos, otra afectada, el martes y aún no ha obtenido respuesta.
El próximo sábado 2 de junio, a las once de la mañana, personal del Colegio de Odontólogos de A Coruña se reunirá con los afectados por esta situación en la sede de Afundación, en la Plaza da Constitución.