La niebla se coló en la fiesta de coronación del primer vencedor del Pantín Classic Galicia Pro e hizo que el nombre de la ganadora del certamen femenino no se conozca hasta hoy. La visibilidad en la playa del concello de Valdoviño, que pasó de escasa a poca para terminar siendo nula, hizo que la manga final de la prueba, que estaba emparejando a la estadounidense Sage Erickson y la francesa Pauline Ado, se cancelase a poco más de diez minutos para el final de la manga, en la que la europea iba por delante por un margen muy escaso.
Fue la extraña manera de hacer historia de una competición valedera para los Qualyfing Series y dotada con 6.000 dólares en premios tanto para la categoría masculina como femenina, lo que la convierte en la más importante de las que se celebran en territorio español, como ya se ha visto durante muchos años.
Erickson y Ado se habían clasificado para la final después de superar en las semifinales disputadas tan solo unos minutos antes a la portuguesa Bonvalot y la neozelandesa Hareb, respectivamente. Antes habían superado con autoridad la ronda de cuartos de final, disputada a primera hora de la mañana. Sin embargo, el buen momento demostrado en sus mangas se topó con un rival al que no pudieron vencer.