La Axencia Tributaria de Galicia (Atriga) detectó en 2015 un total de 150,1 millones de euros de deuda no declarada, según constata un informe sobre las actuaciones de control de este organismo presentado ayer en el Consello por el responsable autonómico de Facenda, Valeriano Martínez.
El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, destacó que “en términos homogéneos” la cantidad obtenida en 2015 por la Axencia supone un incremento del 14 por ciento –19 millones de euros más– sobre la deuda que afloró el año anterior, dado que en 2014 se llevó a cabo un plan especial de lucha contra el fraude fiscal que supuso unos ingresos de más de 50 millones.
El informe analizado por el Ejecutivo en su reunión semanal revela que la Axencia Tributaria realizó en el pasado ejercicio un total de 264.913 comprobaciones de autoliquidaciones, un 2 por ciento más que en el año 2014, pese a que en 2015 no se realizó plan especial de lucha contra el fraude fiscal.
Estas comprobaciones se centraron en el ámbito del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, ya que ambos concentran la mayor parte de los ingresos tributarios gestionados por este organismo de la Xunta. Además de los 110,8 millones de euros obtenidos a través de las actuaciones de gestión, la Axencia Tributaria obtuvo otros 39,3 millones como consecuencia de las labores de inspección. Esto supone un incremento del 20 por ciento en comparación con los 32,8 millones detectados en 2014 a través de los procedimientos de inspección.
Por otra parte, de las casi 265.000 comprobaciones efectuadas el pasado año, el 88 por ciento fueron correctas y no exigieron modificaciones, lo que llevó a Feijóo a afirmar que, en su mayoría, “los gallegos son buenos pagadores”, una cuestión por la que “hay que felicitarse”. En el resto de casos, se practicó una liquidación para que el contribuyente tribute conforme a la legalidad. El número de liquidaciones practicadas a raíz de una comprobación fue de 30.669, una cantidad inferior a la de 2014 porque, precisamente, crece el porcentaje de contribuyentes que se adecuaron a la normativa vigente.
Por otra parte, en 2015, los aplazamientos y fraccionamientos concedidos ascendieron a 24,5 millones de euros, una cantidad similar al del año anterior (25,7 millones).
Entre 2009 y 2015, la Xunta concedió aplazamientos por un importe medio anual de 27,3 millones de euros, más del doble del importe medio concedido entre 2005 y 2008, que fue de 10,1 millones de euros.
“Durante la crisis hubo un incremento en el número de aplazamientos, pero desde el año pasado estamos en una etapa de meseta donde ya no aumentan las solicitudes de pago fraccionado. En 2015, de hecho, son menos que en 2014”, argumentó.
También repasó las rebajas fiscales acometidas por su Ejecutivo en los últimos meses –como la del IRPF para rentas medias y bajas o el programa de “impuestos cero” en el rural– y concluyó que, igual que los gallegos “cumplen”, la Xunta intenta “cumplir” con ellos con “la mayor bajada de impuestos en un solo año de la historia de la autonomía”.
Por otro lado, el Gobierno gallego aprobó el contrato de gestión de servicios públicos, en la modalidad de concierto, para la reserva y ocupación de 32 plazas en el servicio de atención residencial terapéutica para personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental asociada, en situación de dependencia. Este contrato, de la Dirección Xeral de Maiores e Persoas con Dispacidade da Consellería de Política Social, tendrá un presupuesto de 546.291,20 euros, de los que el 85% (464.347,52 euros) serán aportados por la Xunta.
Además, Feijóo informó de que un total de 2.400 jóvenes gallegos participaron en proyectos solidarios de entidades y ayuntamientos al amparo del programa de servicio de voluntariado juvenil entre 2011 y 2015.