El ansiado contrato de las cinco corbetas saudíes –tipo Avante 2200– para Navantia, que ya fue anunciado hace más de siete meses, podría culminar esta semana con la rúbrica por parte del monarca saudí en el marco de un encuentro que Salmán bin Abdulaziz mantendrá con Felipe VI, que ha recuperado su agenda internacional tras la conformación del gobierno de la nación.
Aunque fuentes oficiales de Navantia no han confirmado que se vaya a llevar a cabo esta firma, sí admiten que la reunión podría suponer el espaldarazo definitivo al proyecto, que depende únicamente de la voluntad del rey saudí. “Que se de luz verde al contrato este fin de semana no quiere decir que se tenga que firmar sobre la marcha; los tempos dependen de ellos”, aseguraron ayer desde la compañía pública.

carga de trabajo
El contrato, en caso de materializarse, supondría un coste aproximado de 3.000 millones de euros y su ejecución y reparto de carga de trabajo –en torno a 2.000 puestos directos e indirectos–, entre los centros que Navantia tiene en la Bahía de Cádiz y la ría de Ferrol, todavía no está decidida. Lo que sí se sabe es que beneficiaría a una gran parte de las divisiones del astillero, pues el proyecto incluye los sistemas de control, motores, mantenimiento y una pequeña parte de obra civil en Arabia.
El anuncio de esta obra para la monarquía saudí hizo patente el desencuentro entre los alcaldes de las confluencias de las dos factorías afectadas, Jorge Suárez en Ferrol y José María González, Kichi, en Cádiz. El regidor ferrolano se mostró a favor de este acuerdo por lo que supondría para la ciudad –al margen de sus consideraciones personales–, mientras que el gaditano, más en la línea del líder de Podemos, volvió a afirmar ayer que “Navantia debería repensarse sus contratos”.
Incluso, en el consistorio ferrolano, dos de los integrantes del grupo municipal socialista –Batriz Sestayo y Bruno Díaz– evitaron pronunciarse al respecto y se ausentaron durante la votación en un pleno de una moción sobre estas corbetas.
No hubo, sin embargo, discrepancias entre los sindicatos. Tanto los representantes gaditanos como ferrolanos dieron entonces su visto bueno a este posible acuerdo y recordaron que “estos astilleros se dedican a construir barcos de guerra”.
Algunos cargos políticos de las administraciones públicas gallega y andaluza se congralutaban ayer en las redes sociales de la visita del rey Felipe al país asiático, dando por hecho que ello supondría el sí definitivo a estas cinco corbetas. Sin embargo, desde Navantia se han mostrado más cautos y no han querido dar por buenas las informaciones surgidas al respecto.