Las altas expectativas con las que el Racing empezó esta temporada han hecho que el arranque liguero que está realizando no esté a la altura de lo esperado. Un par de empates y una derrota son un balance más bien pobre para una escuadra que la anterior campaña terminó segunda en la liga regular del grupo I y jugó la fase de ascenso a la categoría de plata. Por eso, conseguir la primera victoria del torneo de la regularidad ya empieza a ser necesario y el encuentro que lo va a enfrentar al Zamora esta tarde –17.00 horas, A Malata– es el señalado para estrenar su casillero.
Los resultados no han sido demasiado buenos, pero las sensaciones desprendidas por el equipo ferrolano hasta ahora invitan al optimismo. El hecho de disponer de muchas alternativas, tanto en defensa como en ataque, y de una plantilla suficientemente amplia para solventar cualquier contratiempo parecen un seguro a largo plazo. Lo que pasa es que, en este tramo de la competición, los fallos que está cometiendo le están costando puntos, algo que quiere resolver cuanto antes para así tener más opciones de lograr una victoria que, especialmente, le iba a dar más tranquilidad.
COMODIDAD
Que el Zamora, rival de esta tarde, sea colista del grupo I de Segunda B, sin ningún punto en su haber y nueve tantos en contra, parece indicar que la misión de conseguir el primer triunfo de la temporada es una tarea relativamente accesible. Sin embargo, el entrenador racinguista, Manolo García, no ha tardado en recordar que el cuadro castalleno tiene nivel, como cualquiera de la categoría, para hacer daño a su rival, sobre todo si esté continúa cometiendo errores como hasta ahora. Por eso, la clave del éxito estará más en que el Racing esté a un buen nivel que la oposición que pueda tener enfrente.
La búsqueda del primer triunfo del campeonato liguero volverá a dar protagonismo a los jugadores habituales en las primeras jornadas. Eso sí, en todas las líneas siempre puede haber alguna novedad con respecto a lo de las semanas anteriores. n