El objetivo de biocarburantes en España, fijado en 2013 en el 4,1% del consumo de carburantes de automoción, está a la cola de los Estados miembros de la Unión Europea. De hecho, de los 25 países que utilizan este mecanismo de apoyo a los biocombustibles, solo Reino Unido, Grecia y Croacia tienen unas obligaciones más laxas.
La autora del estudio, la patronal APPA –Asociación de Empresas de Energías Renovables–, señala que la cuota en España es entre un 35 y un 45% inferior a las que aplican los dos principales mercados de biocarburantes de la UE –Francia y Alemania–, y un 20% a la media comunitaria.
El presidente de la sección de Biocarburantes de APPA, Óscar García, considera que los datos “ponen de manifiesto la necesidad de que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo incremente los actuales objetivos, con el fin de retomar la senda del cumplimiento e la meta de renovables en el transporte fijada para 2020, es decir, el 10%”.
Los países más exigentes son Francia, con una media del 7,57% para el presente año; Polonia, con el 7,1%, y Eslovenia, con el 7%. En el otro extremo, Croacia solo tiene el 2,06 y Grecia el 2,64%.
APPA señala que en general se aprecia una tendencia al alza en todos los países comunitarios, fenómeno que contrasta con la rebaja de la obligación de España para 2013 y sucesivos. Cabe recordar que pasó del 6,5% al 4,1%. Este recorte ha provocado una disminución del consumo de biocarburantes que ha tenido un serio impacto en el biodiésel, cuya demanda en 2013 cayó un 59% con respecto al año precedente.