La Consellería do Mar ha autorizado a las cofradías de Ferrol y Barallobre la extracción de almeja japonesa en una zona de la parte interna de la ría, localizada entre el puente del tren y la factoría de Megasa. Se trata de un banco en el que ya faenó un grupo de socios durante un par de semanas el año pasado tras constatar que había abundancia de esta especie y, además, con ejemplares de gran tamaño, pero que hasta ahora no estaba integrada en ningún plan de explotación conjunto. 

El patrón mayor de Barallobre, Jorge López, afirma que, a pesar del tamaño del producto, el estudio realizado ha concluido la escasez de semilla, por lo que ahora las cofradías deberán concretar los meses de trabajo, en cumplimiento de los periodos de descanso para una racionalización adecuada del recurso disponible. 

Precios más altos 
Esta  novedad, la más importante que recogen los planes de explotación de la Consellería do Mar en la ría de Ferrol, coincide con una campaña de Navidad que, asegura la patrona mayor de la cofradía de la ciudad naval, Isabel Maroño, está permitiendo mitigar el impacto de la caída de la producción de almeja en los últimos meses. 

“Nos están salvando los precios”, señala, “que son muy buenos para los pocos kilos que estamos extrayendo”. Por ello, la portavoz de los mariscadores ferrolanos considera que, una vez que finalicen estas fiestas, el sector regresará a la situación crítica anterior. En esa línea, Jorge López confirma que la campaña “está sendo boa”, debido, apunta, a la escasez provocada por los temporales y al cierre parcial de la restauración, que ha llevado a muchos clientes a gastar algo más para consumo doméstico. Con todo, advierte de que “boa parte dese marisco sacámolo da zona de Sada e Ares, onde están indo a traballar moitos socios, así que cando haxa que volver ás Pías volveremos á situación anterior, con moi poucos socios traballando pola falta de produto”. 

Es por ello que desde los pósitos se alerta del panorama que les espera tras las fiestas. “Seguimos sin respuestas concretas por parte de las administraciones”, apunta Maroño, que ve el sector en estado de “abandono” y lamenta que en los últimos tiempos “solo se propongan parches y no medidas de más calado”. 

Jorge López, por su parte, lamenta que las administraciones “sigan mirando para outro lado” ante la crisis del sector y recuerda que de las 400 personas que trabajaban en el la ría hace apenas una década, ahora “só o poidan facer medio cento no mellor dos casos”.