Sin prisa pero son pausa, Javier Gómez Noya sigue escalando peldaños en una lucha por el título mundial de triatlón. Para el triatleta ferrolano eso no era su principal objetivo de la temporada pero el buen nivel al que está rindiendo en todas las pruebas en las que tomó parte –mejor en las de distancia olímpica, no tan bueno en las de formato sprint– le permiten llegar a la última carrera antes de la Gran Final en la segunda posición y con la esperanza de mejorar
Puede que advertido por la experiencia de la semana pasada en Montreal, en la que sus ganas de estar delante la acabaron jugando una mala pasada, esta vez Javier Gómez Noya decidió tomarse las cosas con más calma. Por eso no apareció por las posiciones de cabeza durante el segmento de natación, tras el que el local Schomburg tomó momentáneamente la cabeza, aunque cuando no se había completado ni el primer giro del tramo ciclista la mayoría de los 56 participantes ya rodaban juntos en un gran pelotón.
Sin demasiados incidentes, el segmento de ciclismo sí incluyó algunas situaciones que pudieron afectar al resultado de la carrera: la avería sufrida por el británico Alex Yee, uno de los mejores corredores, que lo descartó de la lucha por el triunfo; las ganas de Fernando Alarza o Jonathan Brownlee para dejarse vez en cabeza poco antes de que una caída –en la que el húngaro Bicsák fue el peor parado– los dejase sin opciones de ganar...
Supervivencia
Así que con la prueba convertida más en una carrera de resistencia que en otra cosa –entre lo estrecho que era y lo húmedo que estaba, el circuito se convirtió casi en una ratonera–, un grupo de cuarenta corredores se dirigió hacia la segunda transición. Con Gómez Noya, Mola y Luis como principales candidatos al título mundial en este grupo delantero, ambos se presentaron al último tramo con la esperanza de mejorar sus puestos en la clasificación general.
Llegados a los cinco últimos kilómetros de carrera a pie, algunos de los mejores corredores del pelotón internacional –Geens, Wilde, Luis o Mola, que fue quien rompió la carrera– trataron de presentar su candidatura. Y por detrás, Gómez Noya prefirió quedarse como espectador de todas estas hostilidades, tratando de guardar un puesto entre los diez primeros de la tabla que le valiese para la general.
Así que la prueba se decidió con un sprint final que cayó del lado del australiano Birtwhistle, siempre bien colocado pero sin exhibirse, al derrotar al galo Luis. Por detrás, Mario Mola terminó en cuarta posición y Gómez Noya en la octava, un resultado que no es malo para una prueba que se disputa en la modalidad sprint pero que en realidad es positivo porque le permite ascender a la segunda posición de la clasificación general y con bastantes posibilidades para que en la Gran Final, de nuevo en la modalidad olímpica, pueda alzarse con el sexto título mundial.