El hasta este jueves candidato de JxCat a la Generalitat, Carles Puigdemont, aseguró ayer que “efectivamente” quiere volver a ejercer como presidente de la Generalitat en el futuro, después de renunciar a repetir en el cargo y proponer al exlíder de la ANC y número dos de su lista, Jordi Sánchez, como candidato.
“El Parlament de Cataluña ha constatado que tiene la voluntad y la mayoría para hacerme presidente”, argumentó en una entrevista de Rac1 en la que defendió que su investidura sería legal, pero que la inexistencia de separación de poderes que ve en España impidió consumarla.
Consejo de la república
Explicó que desde Bélgica prevé presidir un Consejo de la República que se dedicará a la “diplomacia civil que el Govern no podrá hacer porque está en libertad vigilada” y tiene las cuentas supervisadas.
Entre las funciones de este ente, del que próximamente debatirá su composición y ámbito de actuación con diputados del Parlament, incluye difundir en el exterior que “Cataluña tiene derecho a la autodeterminación y tiene que poder defenderlo en todo el mundo”, y también poner en marcha un proceso constituyente puesto que el que se inició en el Parlament terminó en los tribunales cuando en el pleno se votaron las conclusiones de la comisión de estudio.
Aseveró también que no recibe fondos públicos en Bélgica: “Esto lo pagamos nosotros y gente de nuestro entorno que pone dinero”, y alegó que nunca usó dinero del erario para acciones que no sean competencia de la Generalitat.
Regresar
Lamentó que no se den las condiciones para regresar a Cataluña, que cree que darían “una señal muy potente” de que España avanza hacia la buena dirección, aunque no cree poder volver hasta dentro de muchos años, y negó que el Gobierno se haya puesto en contacto con él.
Sobre su viaje a Bruselas, reveló que hizo el trayecto en coche y sin esconderse: “No llego en avión vía Marsella ni en el maletero del coche de mi mujer”.
Negó que los Mossos hayan realizado seguimientos a políticos y defendió que, “a diferencia de otras”, son una policía escrupulosa con la ley y la democracia.
Puigdemont cree que se equivocó al aparcar por sorpresa la declaración unilateral de independencia y tachó de “siniestro” al exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba al haber formulado una “amenaza de golpista”.
El expresident recordó que ese 10 de octubre compareció en el Parlament para anunciar que se “suspendían los efectos” de la DUI, confiando en que así tendería un puente de diálogo con el Gobierno del Estado, pero aseguró que fue un error.
A su juicio, fue una decisión de “extrema responsabilidad en ese momento”, tomada después de “escuchar a mucha gente” y de “hablar muy directamente con el Gobierno”, que prometía que si se dejaba en suspenso la DUI “se abriría una ventana al diálogo”.
Según Puigdemont, “visto desde la distancia, es evidente que el Estado español nunca cumple sus promesas” y que “actuó con una frivolidad, una ligereza y una irresponsabilidad históricas”.
“Quizá me equivoqué al no proclamar la república justo en aquel momento”, afirmó Puigdemont, que se mostró convencido de que las instituciones catalanas habrían podido “defender muy bien la posición”, porque, en su opinión, les “avalaba una legitimidad” adquirida con el referéndum del 1 de octubre. l