Isidro Silveira quiere darle un nuevo aire al Racing. Quiere un equipo más ambicioso, capaz de ser campeón de liga, con caras nuevas, una forma de trabajar distinta, otro “feeling”... y Manolo García no entraba en sus planes para conseguirlo. Por eso, poco más de veinte minutos le bastaron al presidente para comunicarle al técnico que no continuará en el banquillo.

Sin reproches. Porque ambos coinciden en que la temporada fue buena y se cumplieron objetivos –“Se ha hecho una gran campaña y no es que Manolo sea un mal entrenador, pero necesitamos otro personaje”, apunta Silveira– y porque el preparador, hombre discreto y poco dado a estridencias, no ha pedido explicaciones –“Los presidentes eligen lo que entienden que es mejor para el club”, sentenciaba el técnico–.
Con Manolo García, el Racing empezó titubeante, fue de menos a más y acabó cumpliendo con lo esperado, metiéndose en el play-off de ascenso y superando la primera eliminatoria. Sin embargo, sobre el técnico se cernieron durante toda la campaña las dudas y, tras la derrota ante el Huesca por 0-4 en A Malata la suya parecía la crónica de un adiós anunciado que ayer acabó por concretarse.
El técnico ferrolano cerró ayer su tercera etapa en el club –la primera como ayudante de Luis César y las dos últimas como máximo responsable técnico– y lo hizo satisfecho y con la conciencia tranquila que se le queda a quien sabe “que di todo lo que tenía, hice bien las cosas y cumplí las expectativas. Silveira coincide conmigo en que la temporada a nivel deportivo fue brillante y ese no era el motivo. Me presentaron unos objetivos que fui cumpliendo. Es cierto que me queda el resquemor de no haber ascendido, pero eso no puede enmascarar el resto”.
Aunque la respeta, la decisión del club no dejó de sorprender a un Manolo García que la calificó de “unilateral”, teniendo en cuenta que no hubo lugar a negociación, y que no ve factible, al menos en un futuro a corto plazo, regresar al club, “porque aquí he visto de todo y creo que los clubes necesitan gente nueva”.
Por su parte, Silveira reconoció que, aunque no ha sido el único motivo, la amplia derrota ante el Huesca en A Malata también influyó a la hora de tomar esta decisión. n