El presidente de la Generalitat, Quim Torra, y ERC hizo patente ayer en el Parlament su ya más que explícito distanciamiento, con un cruce de agrios reproches y mutuos emplazamientos, en un bronco clima preelectoral.
La crisis entre los dos socios del Govern, que estalló a finales de enero a raíz de la retirada de la condición de diputado de Torra, ha vuelto a reabrirse en público en el pleno de ayer
Torra denunció, en la sesión de control, los vínculos de miembros de la Junta Electoral Central (JEC) con el PP y Ciudadanos y propuso que el Parlament plantee una “ley de una sindicatura electoral propia”.
Reto a Torrent
Tras tildar de “aberración ética y moral” los lazos de Andrés Betancor con Cs y de Carlos Vidal con el PP, que a su juicio ponen “bajo sospecha” todas las resoluciones de la JEC, incluida la que le retiró el escaño, Torra retó a Torrent a desdecirse de su decisión de acatar la pérdida de su condición de diputado.
“Ahora que ya sabemos cómo se ha llegado a esta resolución y cómo estaban viciadas estas resoluciones, porque eran una persecución política contra el independentismo, le pido, presidente, en base a la votación del 4 de enero, que reconsidere la decisión de retirarme el escaño y pueda volver a tener todos los derechos como diputado de esta cámara”, ha afirmado Torra dirigiéndose a Torrent.
Torrent no ha respondido a la petición y se ha limitado a dar la palabra al presidente del grupo de Ciudadanos, Carlos Carrizosa.
Y aquí ha llegado el momento más bronco del pleno: Carrizosa ha llamado “okupa” al presidente catalán, que se ha negado a responder y ha acusado a Torrent de no salir en su defensa.
“Usted es un okupa. Váyase a su casa de una vez, señor Torra, y desbloquee la política catalana”, ha exclamado Carrizosa, después de acusar al president de aferrarse al cargo pese a no ser ya diputado.
En lugar de responder, Torra ha cogido el micrófono para culpar a Torrent de inhibirse: “Lamento mucho que en esta cámara se insulte impunemente y que usted no proteste. Me acaban de llamar okupa”.
Torrent no ha recogido el guante lanzado por Torra y, sin hacer más comentarios, ha dado paso al siguiente punto del orden del día.
Bronca por Perpiñán
Minutos antes, ha sido el presidente del grupo de ERC, Sergi Sabrià, quien ha recriminado a JxCat los reproches a la mesa de diálogo en el acto del sábado en Perpiñán (Francia), en el que la eurodiputada de JxCat Clara Ponsatí tachó la mesa de “engañifa”.
Sabrià ha destacado que, el miércoles pasado, Torra “lideró la delegación catalana en la mesa” de diálogo, y solo tres días después “su espacio político menospreciaba públicamente esta herramienta, debilitando” así la “posición” de la Generalitat.
Tras reconocer su “sorpresa” por el tono utilizado por Sabrià, el president de la Generalitat ha evitado desmarcarse de Ponsatí: “A mí no me sobra nadie en el movimiento independentista”.