Uno de los accionistas de Neira Ortegal, Antonio Lourido, salió ayer al paso de las declaraciones vertidas por el delegado de personal de la CIG, Manuel García, y el secretario comarcal de dicha central, Xesús Anxo López Pintos, en las que se denunciaba el impago de dos nóminas, la de noviembre y diciembre, así como la extra de Navidad.

Lourido aseguró que la empresa había ordenado esa misma mañana el pago de la primera –aunque a última hora el ingreso no se había hecho efectivo– y recordó que el plazo para abonar la correspondiente al último mes del año no vence hasta el día 10, con lo que, señaló, “só resta por pagar a extra de Nadal”.

En una rueda de prensa celebrada a las 11.30 horas en los locales del sindicato nacionalista se había criticado la actitud de los empresarios –la mayoría del accionariado está en manos de Construdeco– de no abonar las nóminas cuando unos días antes habían asegurado tener fondos para satisfacer las indemnizaciones que contemplaba el ERE para 21 trabajadores de la empresa.

El delegado de la CIG en la empresa, Manuel García, recordó que la firma presentó recientemente un concurso voluntario de acreedores en el juzgado mercantil de Lugo tras haber fracasado su propuesta de expediente de regulación, contra el que votó la mayoría de los 40 trabajadores que todavía tiene Neira Ortegal y que fue rechazado por la autoridad laboral.

López Pintos, en su intervención, lamentó que la firma hubiera recibido ayudas del Plan Ferrol para la construcción de su nave en Río do Pozo, extremo que también desmintió Lourido. “Non recibimos nin un só euro e o crédito brando que se nos concedeu non o chegamos a utilizar porque quedou pignorado en Caixa Galicia”, dijo.

El accionista de la empresa de suministro de materiales de construcción aseguró que la situación de la firma “é concursal desde hai tempo” y cifró en un 75% la caída de ingresos desde el año 2007. De cualquier modo, apuntó, como también hizo el delegado sindical de la CIG, que la actividad de la empresa continúa con “normalidade”.