Era difícil pero no imposible que el ferrolano Javier Gómez Noya se embolsase su sexto título en las Series Mundiales. Sin embargo, como adversario en este duelo, a la postre, pasado por agua, tenía al vigente campeón, un mallorquín Mario Mola que, poco a poco, parece ir tomando el relevo del departamental como “cabeza de cartel” en el triatlón español.
Y así fue ayer. Con Mola colgándose el bronce en la gran final de las Series Mundiales y el título en una tabla definitiva en la que Gómez Noya fue subcampeón, aunque terminando ayer en una agridulce cuarta posición, ya que unas molestias físicas le impidieron realizar el último sprint de la competición con garantías, quedando apeado del del podio en los Países Bajos. El ferrolano sabía que tenía que poner tierra de por medio con el insular, concretamente cinco adversarios entre él y Mola para salvar la diferencia en la clasificación de estas Series Mundiales 2017. Y así comenzó su trabajo ya desde el trazado de natación –1.500 metros–, saliendo del agua con una pequeña renta de poco más de diez segundos respecto a un Mola que demostró su intención de luchar por el oro también desde el inicio, firmando su mejor registro de la campaña en la que es su “peor” disciplina.
Una distancia que aumentó ligeramente en los primeros metros de un muy protestado trazado ciclista –el circuito resbaladizo multiplicó su peligrosidad en la jornada de ayer con la lluvia–, en el que Gómez Noya formó un gran grupo cabecero con otros 13 , primero, y 24 deportistas después, entre los que estaban Jonathan Brownlee, Blummenfelt, Murray o Pereira, entre otros. Con un piso húmedo y un recorrido llano, las diferencias entre este grupo y sus perseguidores –entre los que se encontraba Mola– no aumentaron en las seis vueltas de la cita, por lo que, Gómez Noya y el balear llegan prácticamente juntos a la transición hacia los 10.000 últimos metros. Fue Brownlee el encargado de colocarse al frente en esta recta final, con Blummenfelt como compañero y seguidos muy de cerca por Gómez Noya y el francés Luis. Un pelotón al que no tarda en unirse Mola que, en esta situación, era ya doble campeón mundial.
Y prácticamente desde este inicio del tramo de atletismo al final se mantuvo este guion. Solo en la recta final los que guardaban cartas las sacaron en el último sprint, en el que el galo Luis fue el más rápido, seguido por el noruego Blummenfelt y el mallorquín Mario Mola a nueve segundos. Gómez Noya quedó fuera de este podio por cinco segundos, los que lo separaron del insular, si bien asegurándose una plata en esta final que supone su décimo meta en esta prueba mundial, desde 2007, siendo el quinto metal plateado.
zInés Santiago, la mejor española sub 23 con Melina Alonso más retrasada
Las locales Inés Santiago y Camila Alonso ejercieron de “teloneras” de Gómez Noya y de la gran final disputando la competición mundial sub 23. Una prueba en la que las condiciones meteorológicas condicionaron el devenir de la cita, afectando asimismo al rendimiento de las integrantes del Triatlón Ferrol. Fue Santiago la que se colocó mejor desde el inicio en la competición de Róterdam, firmando una natación con tiempos incluso mejores que varias de las deportistas que, a las postre, terminaron en el “top 10”. Un buen hacer que le sirvió para compensar una discreta actuación el trazado ciclista y una carrera que le permitió terminar su actuación en la decimoctava posición, siendo la mejor de las españolas. Por detrás, en la vigésimo sexta plaza, una Camila Alonso que contó, al término de la carrera, la dureza de la misma. “Fue muy duro, por el tiempo, estaba muy frío”, comentó la ferrolana. “No fue mi mejor día en la natación y después en bicicleta seguí sufriendo mucho porque no entraba en calor. Después me alcanzaron y fuimos mejor dándonos relevos”, analizaba la del Triatlón Ferrol, que tuvo que seguir sobreponiéndose a estas circunstancias en el trazado a pie. “No sentía los pies, pero luego fue remontando”, añadió. Una cita en la que la tercera de las integrantes de la selección española sub 23, Cecilia Santamaría, no pudo completar la carrera retirándose en el ciclismo.