Los vecinos de la urbanización Jardines de Joane llevan días lidiando con importantes inundaciones en los garajes y en el contorno peatonal de los edificios.
Aunque los inmuebles llevan ya tiempo presentando importantes desperfectos, lo ocurrido en los últimos días ha terminado por colmar la paciencia de los inquilinos de estas 25 viviendas.
Recientemente tuvieron que acudir a un juicio contra el promotor por unas enormes grietas que filtraban agua al interior de las casas, aunque el juzgado consideró que se trataba de un asunto “estético” y los agujeros –“donde cabe una mano”, según los propios vecinos– se tapó de forma provisional para evitar más filtraciones en la planta baja.
Pero estos problemas se agravaron con la rotura de una tubería en la vía pública hace tres días, cerca de sus viviendas, que desembocó en una serie de daños considerables en el propio inmueble. El primer día la rotura de la tubería afectó a los suministros eléctricos y de agua, pero al día siguiente se rompió otra cañería que discurre por la acerca que hay justo delante de sus portales.
El efecto más inmediato, en apenas 48 horas, fue el hundimiento del pavimento, afectando a las arquetas de los suministros de agua, luz y telecomunicaciones, que resultaron inundados.
“Aunque lógicamente todo el cableado de teléfono, internet y televisión está protegido, estanco, el hundimiento de la acera está desprendiendo piedras que podrían romper esta protección y afectar seriamente a estos servicios”, explica una de las vecinas tras reunirse con los técnicos de la compañía de telecomunicaciones que visitaron la zona.
Además, fruto de este corrimiento de tierra y de la inundación del subsuelo ha aparecido una grieta en la rampa de entrada al garaje y los vecinos no se atreven a pasar por ahí con los coches, temerosos de que el peso de los vehículos pueda agravar este hundimiento.
Posible desprendimiento
Sin embargo, una de los desperfectos que más preocupa a los vecinos es el desplazamiento de dos bloques de piedra de unos 30 centímetros de grosor y más de 300 kilos que sirven de base para el resto de placas de la fachada. Un técnico que los vecinos han requerido de forma particular les ha advertido de que podría originar un desprendimiento de la fachada. “Si sigue separándose de la vertical podría haber un efecto dominó con el resto de placas de la fachada”, señalaron los vecinos afectados.
Técnicos municipales acudieron ayer por la mañana a inspeccionar la zona y hacer balance de daños para estudiar las posibles actuaciones. También Emafesa realizó algunos trabajos provisionales en la zona.
Tras varios años de inconvenientes de diferente índole –legales, constructivos–, los inquilinos de esta urbanización aseguran sentirse “desbordados” con esta nueva problemática. “No dejamos de pagar derramas y aquí nadie asume las responsabilidades, se están pasando la pelota unos a otros”, comentan con disgusto. l