El Colegio de Farmacéuticos pide precaución a sus asociados tras los últimos atracos

El Colegio de Farmacéuticos pide precaución a sus asociados tras los últimos atracos
13 febrero 2019 A Coruña.- La ciudad registra el segundo atraco a punta de pistola en una farmacia en ocho días La farmacia atracada se halla en la calle peatonal de Ángel Senra

El Colegio de Farmacéuticos ha decidido alertar a sus miembros después que en las últimos dos lunes se registran sendos atracos a mano armada a farmacias, quizá protagonizados por el mismo individuo, que irrumpió en los locales pistola en mano y que se llevó cientos de euros. Carlos Varela,  vocal del colegio, asegura que es la primera vez en mucho tiempo que ocurre algo así. 


De ahí que hayan decidido pedir a sus colegiados que adopten precauciones básicas. En su comunicado, señalaban que “en los últimos días se han recibido en el Colegio varios avisos de oficinas de farmacia de la ciudad de A Coruña informando acerca de atracos sufridos durante su normal horario de funcionamiento”. Y añaden que se pone en conocimiento de las farmacias “con el fin de que extremen las cautelas y se mantengan en alerta ante posibles nuevas situaciones”.


“Puede que fuera el mismo individuo, que opera en el entorno de la estación”, opinó Varela.

El mismo modus operandi 
En efecto, el primer golpe que dio fue en la farmacia Elviña,  en la Segunda Fase, y el segundo, en Ángel Senra, a las siete de la tarde, siempre que se trata del mismo individuo. En ninguno de los dos casos salió herido nadie,  y el sospechoso se dio a la fuga a pie, después de que el farmacéutico le entrega el dinero que tenía disponible. Por el momento, la Policía Nacional no ha conseguido arrestarle.  

“Llevábamos un tiempo sin atracos aunque durante la crisis hubo alguno”, reconoce el vocal del Colegio de Farmacéuticos. Para Varela, es muy importante vigilar el efectivo, puesto que el objetivo de estos atracos es “puro y duro crematístico”. Él por su parte, aconseja emplear una máquina de cobro, con la llave bien guardada. “De esta manera, aunque le pidan el dinero a tu empleado él puede decir que no tiene la llave”, explica. Siempre pueden llevarse la propia caja, claro, pero debido a su gran peso, esta opción no es muy probable, así que el atracador tiende a desistir.


Por otro lado, aunque los atracos a las farmacias se han vuelto raros, los pequeños robos están a la orden del día: no de las medicinas, que se encuentran en la rebotica, sino de los productos de herbolario, chupetes, juguetes, cremas y otros artículos que se pueden encontrar en otros establecimientos y como normalmente se hayan al alcance de los clientes en los expositores, a veces desaparece alguno.  


Los hurtos son un problema al que están expuestos todos los comercios, y que muchas veces ni siquiera se denuncian por la pérdida de tiempo que supone. De todos modos, durante el año pasado, Interior tiene constancia de 3.555 hurtos en la ciudad.

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