“Rectificar es lo más sensato que ha podido hacer Wert”

Alejandro Cobelo Pardo de Donlebun fue uno de los miles de estudiantes que esta semana mostraron su indignación al conocer la decisión de Wert de modificar, sin previo aviso, las condiciones para acceder a la aportación del Ministerio de Educación a las becas Erasmus. La lluvia de críticas recibidas por la medida –que eliminaba la cuantía a todos aquellos alumnos que no hubiesen sido beneficiados de una beca general del MEC el pasado curso– obligó al ministro a recular.
Los estudiantes celebran la rectificación aunque siguen mirando con preocupación los sucesivos recortes que el gobierno español está llevando a cabo en el ámbito de la enseñanza. “El problema que tiene el PP en materia de educativa es que confunde ‘gasto’ con ‘inversión’. Qué sentido tiene hacer recortes en la educación de las personas que son el futuro de un país”, comenta Cobelo. Y eso que rehúye hablar de política, “ya que es una profesión que ha sido ensuciada en nuestro país. Ya no me creo las mentiras ni de un bando ni de otro. En España la gente asocia a un político con un corrupto. Es una etiqueta permanente”, dice.

experiencia
Este ferrolano de 20 años y estudiante de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Santiago de Compostela ha elegido el país holandés –estudia en la Hanze University– para disfrutar, durante todo el curso académico, de este programa de movilidad europeo.
“Desde que descubrí que existía el programa Erasmus, sentí que necesitaba vivir la experiencia. Es algo que, si se mantiene en el futuro, recomiendo a todo el mundo”, explica. Y es que, a su juicio, los beneficios de la misma son infinitos. “El Erasmus te cambia, te abre la mente. Conoces a mucha gente de diferentes países de todo el mundo y compartes tu cultura con ellos, y viceversa. Mejoras tu nivel de inglés de la noche a la mañana e incluso te pica la curiosidad por aprender uno nuevo”, añade.
Define como “puñalada trapera” la medida adoptada por Wert –y ahora rectificada, lo que considera “lo más sensato que ha podido hacer el ministro”– ya que “se comunicó que las becas Erasmus iban a sufrir recortes, como todo en los últimos años, pero nunca hubiese imaginado que la reducción sería total”. Sin embargo, lo que más le indignó en un primer momento fue conocer por las redes sociales la publicación en el BOE de la modificación en estas ayudas. “Me siento muy orgulloso de formar parte de un grupo de jóvenes que desde el extranjero han hecho sentir al gobierno esa presión que les ha hecho rectificar”, comenta.
Reconoce que es la familia la que costea su experiencia –debido a la baja cuantía de las becas–. Al igual que sus compañeros, los estudiantes Erasmus que participan en el programa parten hacia sus países de destino sin conocer exactamente la cantidad total que van a recibir.
“Yo vine aquí sabiendo fijo  solo una de las tres cantidades de las ayudas que, en teoría, los estudiantes gallegos debemos recibir. Esa cantidad son los 115 euros de la Unión Europea, por lo cual firmamos un convenio financiero en una reunión previa a nuestra partida. En la misma nos dijeron que la Xunta nos aportaría también un dinero que oscilaría entre los 80 y 90 euros (también mensuales) basándose en las cantidades del año anterior”, explica Cobelo.
Al margen de cuestiones económicas, está absolutamente encantado en la ciudad de Groningen, al norte del país holandés, de la que además de destacar lo agradable que es la gente, subraya el protagonismo de la bicicleta para desplazarse. En el aspecto negativo: el tiempo. “Llueve más que en Galicia y hace mucho frío”, pero así, apunta, “te sientes como en casa y desaparece ese sentimiento de ‘morriña’”. n