El ministro español de Economía y futuro vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, participó ayer en su último consejo de titulares económicos de la Unión Europea tras seis años de presencia marcados por la crisis, e instó a su sucesor a aprovechar la recuperación para avanzar en las reformas.
“Vivimos un momento que no es malo y hay que aprovecharlo. Tenemos hasta junio para que haya mejoras tangibles y perceptibles por la opinión pública”, dijo Guindos en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros de la Unión Europea. El mensaje va dirigido en particular al que será su sucesor o sucesora en el ministerio, ya que el titular dejará la cartera en los próximos días, en un plazo “brevísimo” de tiempo, según sus palabras, para incorporarse el 1 de junio al BCE.
El consejo de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin, oficializó ayer la decisión tomada este lunes por los titulares de la eurozona de elegir a Guindos para la vicepresidencia del BCE.
Guindos era el miembro más veterano de esta formación y del Eurogrupo –el foro de ministros de la eurozona–, adonde llegó en plena crisis de deuda y bancaria española, y desde donde fue partícipe de las profundas reformas emprendidas al calor de la crisis.
Momentos difíciles
El ministro definió estos años como “apasionantes” y reconoció que a principios de 2012 vivió “momentos difíciles” en Bruselas.
El más duro, explicó, fue el Eurogrupo de marzo de 2012, en el que España se vio obligada a modificar su objetivo de déficit público del 5,8% al 5,3% del PIB, lo que supuso un ajuste de unos 5.000 millones de euros.
Esa reunión dejó la ya histórica imagen del entonces presidente de este foro, Jean-Claude Juncker, “estrangulando” al ministro, que apenas tres meses después fue el encargado de pedir el rescate bancario.
El mejor momento, dijo Guindos, fue la salida de este programa de asistencia, en enero de 2014.
El titular de Economía se marcha con la economía española y la europea en plena recuperación y una eurozona reforzada, pero cede el testigo en un momento en el que los Diecinueve se plantean emprender importantes reformas para completar la unión bancaria. “Mi sucesor o sucesora va a tener un entorno bastante mejor, más tranquilo”, afirmó Guindos, quien aseguró no conocer el nombre que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene en mente para el cargo.
A su sucesor Guindos le recomendó que “entienda perfectamente los planteamientos en Bruselas, donde las decisiones normalmente siempre se toman por consenso”, y que no caiga en “errores” del pasado, como acumular pérdida de competitividad, permitir burbujas inmobiliarias o de crédito o no tener un gobierno corporativo adecuado en las entidades financieras.
Guindos deja el consejo, pero no la cúpula económica de la UE: el BCE ha ganado gran poder durante la crisis y tiene por delante la tarea de poner fin a su política de estímulos monetarios y compra de deuda que ha sido crucial para reflotar la economía.