La maleza que invade el número 32 de la calle Coruña y penetra en el edificio colindante desaparecerá por fin y no solo con una limpieza de vegetación sino con una actuación que garantizará la seguridad no solo de ese inmueble, en estado de abandono por parte de sus propietarios, sino también de los residentes en las inmediaciones, que sufren desde hace más de una década filtraciones, invasión de la vegetación y hasta de ratas.
El Concello ha conseguido por fin tomar las riendas de esa actuación que no ejecutaron sus propietarios y ya ha contratado el proyecto y la dirección de obra de esa intervención urbanística tan demandada.
VLD Arquitectos –Cristina Agulló–, que lleva también la dirección de obra de la calle Carmen Curuxeiras, donde tiene su sede el estudio, es la empresa encargada del proyecto básico y dirección de obra de la intervención en la calle Coruña, adjudicado por algo más de 3.400 euros.
El número 32 de esta céntrica vía se encuentra situado, por un lado, colindante con una propiedad municipal y, por otro, con un edificio de viviendas particular que se ve afectado por el estado de abandono de la casa. Las grandes filtraciones se remontan a muchos años atrás y provocan problemas a la edificación habitada . Ante la inacción, tras los requerimientos pertinentes, de los propietarios del inmueble –resultado de una herencia y con varios dueños– el Concello inició un expediente judicial que pudo por fin ver la luz con esta adjudicación de la redacción del proyecto.
El inmueble tiene un expediente abierto por disciplina urbanística y al no ejecutar la obra que se le reclamó, es la administración la que, una vez cumplidos los trámites necesarios, ejecutará la obra, con la posterior repercusión a la propiedad del coste de las mismas.
Los antecedentes del expediente se remontan a septiembre del año pasado y el arquitecto municipal recoge en el informe las actuaciones que es preciso ejecutar y que pasan por un de-sescombro de todo el inmueble, retirando los cascotes y elementos de la edificación que se encuentren sueltos y ocasionen un riesgo de caída, así como la necesidad de ejecutar unas obras complementarias impermeabilizando la medianera, que separa este edificio del colindante y que le está ocasionando problemas de filtraciones. Asimismo, el proyecto deberá incluir un saneamiento de la fachada y la garantía de evacuación de aguas.
Pese al estado de ruinas en el que se encuentra el inmueble en el plan general de urbanismo figura como un bien protegido –aunque con protección no integral– de tipología residencial. La actuación requiere, por tanto, del informe favorable de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Xunta y el plazo de redacción del proyecto se estima en un mes.
El responsable del área de Urbanismo, Julián Reina, se mostró satisfecho de que por fin se llegue a elaborar este proyecto y acabar con el problema existente en esta propiedad, que es, como señaló, un mal común en muchas edificaciones abandonadas de la ciudad, resultado de herencias y múltiples propietarios y que imposibilitan la agilización de las obras, que en muchas ocasiones deben ser abordadas finalmente por el Concello.