La Armada estadounidense hizo público recientemente el presupuesto inicial para la primera de las fragatas del proyecto FFG(X), en el que el grupo naval público Navantia participa en la fase de diseño junto con la firma Bath Iron Works, propiedad de General Dynamics.
Así, según detalla un informe de la publicación Tuesday Navy, el organismo ha destinado 1.300 millones de dólares de su presupuesto para el año fiscal 2020, al que hay que sumar 59 adicionales para la fase de diseño conceptual, que es la que en la actualidad se está realizando. Además, la Armada reiteró su intención de finalizar la mencionada fase y firmar el contrato de fabricación en ese mismo año, estando planeada la entrega de la primera nave 72 meses después de la adjudicación de los trabajos.
A pesar de la Ley norteamericana prohibe que una compañía extranjera fabrique su armamento militar, el modelo elegido para este concurso –conocido como Parental-Design Approach– permite que el diseño inicial del buque se base en naves ya operativas de ejércitos de otras naciones, siendo la serie F-100 “Álvaro de Bazán” la presentada por Navantia.
El documento presentado por la Armada detalla, además, nuevas características que tendrán que estar presentes en el buque, como un radar EASR de Raytheon; un mínimo de 32 plataformas de lanzamiento vertical Mark 41 para misiles SeaSpa-rrow; o espacio y capacidad de carga de un láser de 150 KW con su respectivo sistema de refrigeración.
Tal y como se detalló en el documento inicial presentado ante el Congreso, la primera fragata tendría un coste superior al resto, dado que incluiría en su presupuesto todos los costes de ingeniería, mantenimiento y pruebas iniciales. De esta forma, el nuevo presupuesto sitúa “una cantidad no superior a los 950 millones” para el resto, aunque con la idea de reducirlo a 800.