Cáritas Diocesana invitó ayer a la ciudadanía a “atravesar as fronteiras sociais que nos dividen e nos separan” en el acto de entrega del Premio Solidario Cidade de Ferrol de este año en el que el jurado reconoció su programa “Dentro-Fóra” de atención integral a personas sin hogar.

“Este é o xeito que en Cáritas temos de atender o noso compromiso con todas as persoas”, señaló la técnica de la entidad, Carmela Primo, tras la recogida del galardón, dotado además con 5.000 euros con los que el Concello quiere contribuir al desarrollo del proyecto a lo largo del próximo año.

Primo tomó la palabra después de que Ángeles Fernández, usuaria del programa, recibiera el diploma. Resumió la trayectoria de Cáritas en los últimos veinticinco años, sostenida en la “necesidade de dar resposta a un dereito fundamental como é o da vivenda”, a través de un doble enfoque, el acompañamiento y el reconocimiento de los derechos de las personas sin techo.

La adquisición de cuatro viviendas para “mellorar a resposta ao principal problema das personas sen fogar”, recordó, fue un hito importante en la trayectoria de Cáritas, sobre todo en un momento, apuntó Primo, “en que as competencias das administracións públicas estaban aínda sen definir, a coordinación era escasa e observabamos dificultades para a resolución dos problemas por non haber nexos de confianza entre uns e outros”.

Primo aseguró que a lo largo de estos años la entidad galardonada tuvo que “ir aprendendo que a incorporación social é un proceso de cambio” y que su esencia “reside no acompañamento persoal, respectando os procesos e os ritmos das persoas acompañadas”.Así, incidió en que la reforma del edificio en 2016 llevó a su vez a un replanteamiento de la metodología, los servicios prestados y el modelo de intervención empleado hasta el momento. Es así cuando, en octubre de 2017, se inauguró el centro de día de inclusión social para personas sin hogar Gabriel Vázquez Seijas, “a porta de entrada”, explicó Primo, “aos diferentes servizos e, á vez, lugar de integración onde xerar vínculos e iniciar o proceso de recuperación”.

La técnica de Cáritas destacó la apuesta en el anterior mandato que permitió la creación de una mesa de trabajo para mejorar la atención a las personas sin hogar, que, afirmó, “representan a faciana máis extrema da pobreza e sobre elas recae un conxunto de connotacións negativas”. “O senfogarismo continúa impregnado dun imaxinario social estigmatizador e excluínte que pon en entredito a súa propia condición de cidadás e cidadáns”, lamentó.

Así, Primo subrayó que Cáritas lucha para que “se cumpran os seus dereitos fundamentais como persoas”, por lo que pidió a los diferentes agentes sociales –administraciones, medios de comunicación, entidades sociales y a la ciudadanía en general– que “escoiten o que estas persoas lles piden” para acabar con el “sinhogarismo”, es decir, “políticas reais” en materia de vivienda, como el alquiler social; “seguir impulsando espazos de coordinación entre as entidades sociais”; “que os medios de comunicación non as convirtan en estereotipos”, y que “a cidadanía entenda a súa situación como unha vulneración dos dereitos humanos”. Se trata, en definitiva, defendió Primo, “de crear entre persoas unha malla de relacións de proximidade, confianza e coidados, para que ninguén quede atrás e poidamos construír comunidade”.

“Compromiso”

Por su parte, el obispo de la diócesis, Luis Ángel de las Heras, aseguró que el reconocimiento de ayer “é o de cada persoa de Cáritas” y que las personas sin hogar “precisan dunha acollida fraterna, de igual a igual, para saír adiante”. Señaló que es una prioridad para la diócesis que preside, “comprometida cos máis humildes”, dijo, “principalmente a través de Cáritas. Cáritas é Igrexa e a Igrexa é Caritas”, concluyó. l