El mal tiempo ha obligado a suspender la búsqueda por mar y aire de los dos desaparecidos en los acantilados próximos al faro de A Frouxeira, en Meirás, el día de Reyes, al ser golpeados por una gran ola. No obstante, la Guardia Civil, la Policía Local y cuatro efectivos de Protección Civil de Valdoviño continuaron ayer el rastreo del litoral, si bien limitándolo a las playas y las zonas menos peligrosas, para evitar un nuevo accidente.
Hoy se cumplen nueve días desde que Juan Bedoya y su hija Patricia fueron arrastrados por el mar, junto con Rodrigo Pena Rodríguez, cuñado del primero, cuyo cadáver fue recuperado a las pocas horas en la playa de Valdoviño.
En el caso de este conocido empresario de Ferrol, que ya recibió sepultura el pasado miércoles, la autopsia realizada por los forenses del Imelga de Ferrol reveló que su muerte no fue por ahogamiento, sino a causa de los golpes recibidos, posiblemente al caer desde los acantilados o al ser empujado por las olas contra las rocas.
En cuanto al padre y la hija que continúan desaparecidos, se desconoce qué fue lo que les ocurrió, de ahí que tampoco se pueda predecir si en este caso regirá el calendario de los 9 y los 21 días que se baraja para los que los ahogados salgan a flote.
No obstante, según la información recogida al respecto, para hoy, noveno día desde que se produjo el trágico suceso, estaba previsto reforzar el operativo de rastreo, pero es probable que no se pueda hacer a causa del empeoramiento del tiempo. Así se informó desde Salvamento Marítimo, señalando que todo depende de las condiciones meteorológicas.
El mal tiempo ya fue el que obligó el pasado domingo a Protección Civil a suspender las tareas de búsqueda –participaron agrupaciones de la mayoría de los concellos de la comarca–. No obstante, cuatro voluntarios de Valdoviño, al igual que la Policía Local de este municipio y la Guardia Civil, realizaron ayer varias salidas por las playas entre Campelo y Vilarrube, para controlar la zona.
A las diez de la mañana también retomó la búsqueda el helicóptero Helimer 209, perteneciente a Salvamento Marítimo, pero al poco tiempo tuvo que regresar a su base en A Coruña. Estaba previsto que operase, asimismo, la embarcación Pesca II, pero finalmente no pudo salir porque las condiciones meteorológicas lo impidieron.