El cierre de la frontera de España con Portugal suscitó grandes retenciones en los accesos al país luso y una enorme preocupación entre los trabajadores de la parte de la provincia orensana de la Eurociudad Chaves-Verín, en concreto, en Feces de Abaixo, por la brutal caída del número de ciudadanos lusos que, antes de esta medida, acudían habitualmente a adquirir bienes tales como gasolina o
productos de alimentación.
El cierre de la mayor parte de los accesos de las provincias de Pontevedra y Ourense a Portugal causó largas colas en los puntos que permanecen abiertos, situados en Tui y Verín. Según detalló la DGT, se registraron restricciones en la A-55 a la altura de Tui en dirección Vigo dado que el puente internacional de esta localidad es el único de la provincia que permanece abierto.
Asimismo, se ha producido un corte total de la circulación en la A-75, en la frontera de Mandín, situado en Verín, con Portugal. Por este motivo, se procedió a desviar los vehículos que circulaban en dirección al país luso dado que el carril que se dirigía al mismo fue el que resultó afectado.
Debido a la medida impuesta por el Ministerio de Interior, los conductores no pueden acceder a Portugal salvo que justifiquen debidamente el motivo por el que realizan su viaje.
Esta situación “va a tener una gran incidencia a nivel comercial pues había muchísima relación con Portugal de gente que
venía a Verín a comprar”, según explicó el alcalde en funciones de Verín, Diego Lourenzo.
Como es lógico, da por seguras las pérdidas económicas dada la dependencia que tiene Verín de sus vecinos portugueses. No en vano, la Eurociudad Chaves-Verín es un punto estratégico tanto a nivel comercial como laboral por la gran afluencia de trabajadores y vecinos que se desplazan a ambos lados de la frontera para realizar negocios y compras de primera necesidad.
En Feces de Abaixo, un “alto porcentaje” de clientes son portugueses que acuden a comprar productos de primera necesidad como “gasóleo o bombonas de butano”, así como productos relacionados con “la alimentación” debido a su menor coste.
Esta situación provoca que muchos trabajadores ya se estén planteando qué hacer con sus negocios y con la plantilla.
El lugar de Feces de Abaixo es la denominada “zona cero” pues más del 50 % de clientes proceden de Portugal, dada su proximidad con localidades como Chaves.
“Aquí ya nos estamos planteando reunirnos con los trabajadores para buscar una solución”, apunta a Juan José Feijóo, de la gasolinera de Feces de Abaixo, en Verín, quien asegura que desde el cierre internacional de fronteras los negocios se encuentran “bajo mínimos”, a excepción de “algún camión o vehículo particular” que para ocasionalmente en la zona.
Con el cierre de fronteras, asegura que ya “no es necesaria tanta gente” por lo que urge una solución tras aclarar que “vacaciones no les puedes dar”.
En la misma línea, Julio Blanco, que tiene un supermercado a escasos kilómetros de la frontera, apunta que es “todo un desierto”. Casi el cien por cien de su clientela procedía de Chaves, localidad con unos 40.000 habitantes.
La Policía Nacional “está haciendo dar la vuelta” a los coches procedentes de Portugal que están yendo a Ourense a hacer compras, comentaba un vecino.
El alcalde en funciones alude también a consecuencias “personales” pues hay muchos orensanos que tienen familiares o parejas al otro lado de la frontera.