Racing de Ferrol, UD Somozas, Rápido de Bouzas, Coruxo... El técnico ferrolano Míchel Alonso se ha consolidado en las últimas cinco campañas como uno de los referentes del fútbol gallego en Segunda División B. Cinco temporadas a las que dará continuidad el próximo ejercicio en la entidad que preside Gustavo Falqué, con la que acaba de renovar. La campaña acabó de forma precipitada, pero la experiencia fue más que suficiente para que en el club de O Vao viesen en él al hombre indicado para que su proyecto siguiese creciendo.
Entrenador sin prejuicios futbolísticos, es un técnico que no se alinea con modas o tendencias. En el Somozas jugaba al contraataque, en el Racing trató de ser agresivo en las dos áreas, en el Rápido de Bouzas simplificó para desarrollar un fútbol muy práctico y en el Coruxo la posesión y el fútbol combinativo han sido, hasta ahora, sus señas de identidad.
En lo personal, por el contrario, no es nada camaleónico: Firme, franco y directo. Ama el fútbol y siente pasión por su trabajo. Es organizado y metódico, pero abierto a nuevas ideas. No ha tocado techo porque nunca ha mirado para arriba, sino hacia delante. Una lección de vida aprendida tras un grave accidente de tráfico que lo tuvo al borde de la muerte.
Renueva por el Coruxo por dos temporadas. No es algo muy habitual en el fútbol actual.
Es la primera vez que lo hago. Me lo tomo como una prueba de confianza, porque los entrenadores estamos sujetos, principalmente, a los resultados. La renovación me transmite confianza en el trabajo y es importante para afianzar la idea inicial por la que me ficharon.
¿Qué es lo que lo ha decidido a prolongar esta vinculación?
Es un compendio de muchas cosas. Estoy fuera de casa, pero es como si estuviera en ella. Estoy a dos horas de Ferrol, mi hija estudia en Vigo… Es una ciudad que me gusta para vivir y, sobre todo, lo que más aprecio es que se valora el trabajo que hago. Eso siempre ha de ser así, da igual donde sea, pero en Vigo he encajado.
¿Es muy diferente el Coruxo a otros clubes?
Ningún equipo de los que he entrenado se parece entre sí. Entiendo que diversidad y variedad en lo que uno trabaja es muy importante. Es más, ser y dominar varios registros en Segunda B es vital, te da un plus con respecto a otros. El modelo de juego no se reduce a un solo patrón de futbolistas o de escenario, sino que te exige todo.
Cuando la liga se suspendió eran quintos, a cuatro puntos de la promoción y en una línea ascendente. ¿Cree que fueron de los más perjudicados por la resolución precipitada del campeonato regular?
Nos ha privado de saber a dónde llegaríamos. Evidentemente no podemos decir cuál sería la meta, pero habíamos pasado lo más complicado del calendario e íbamos a dar guerra. Ha sido una pena, porque estábamos disfrutando del juego y haciendo disfrutar a nuestra gente. No sé cuál habría sido la fórmula correcta pero, al menos, deberían promediar los puntos. Si alguien va a salir beneficiado de todo esto van a ser los filiales porque, si no me equivoco, el año que viene tendrán más recursos que nadie y volverán a ser los favoritos. Yo, por nuestra parte, doy el año por perdido. No ha valido de nada en cuanto a puntos.
En este contexto, ¿qué valoración hace de la temporada?
Lo nuestro ha sido sobresaliente, y no ha sido fácil, porque hemos lidiado con la Copa Federación, la Copa del Rey y hemos tenido momentos de buen juego sin premio en cuanto a resultados y otros momentos no tan brillantes. Pero la parte final ha sido extraordinaria.
¿Cómo ve el futuro del fútbol tras la crisis del Covid-19?
En el caso del fútbol no profesional, si las cosas se alargan en el tiempo, jugar sin público es inasumible. Otros pueden paliarlo de otra manera, pero aquí sin cantina, ni rifas, ni las vallas publicitarias de los colaboradores del club… Es fundamental jugar con público y quizás en mucho tiempo no se pueda. De ser así, para muchos va a ser la muerte deportiva.
En el plano estrictamente futbolístico, ¿la sombra de la Liga Pro hará que la próxima sea una temporada atípica?
Vamos a estar casi seis meses sin disputar un partido y la nueva temporada va a ser un sprint. Con esa primera fase de 18 encuentros, va a ser vital estar bien desde el primer partido para marcar la inercia de tu futuro. El equipo que empiece bien, más que nunca, va a tener ventaja. Hay que pensar que existe una diferencia abismal entre poder entrar en la Liga Pro o no. Es dramático pensar en que puedes descender dos categorías en un solo año. Al que le toque sufrirá un daño irreparable. Por eso, es importante encontrar un punto intermedio. A nivel práctico, permanecer en Segunda B se puede ver como un descenso.
Lo veo pensando ya de lleno en la nueva campaña.
Renové pronto para aprovechar el tiempo. Tenemos menos dinero que muchos que nos rodean. Por eso, el factor tiempo va a ser clave para fichar. Va a ser un mercado largo pero, al mismo tiempo, quien aproveche bien sus recursos en el verano va a partir con ventaja. De alguna manera, tenemos pensado dar continuidad al equipo. Nuestra ventaja es tener una buena base y, a partir de ahí, establecer nuestros objetivos para reforzarnos. Nuestra idea es mantener el bloque del Coruxo de estos años, que es el que marca nuestro camino.