La fragata “Blas de Lezo” ha emprendido el regreso a casa tras concluir su integración en la Agrupación Permanente de la OTAN número 2, desplegada en el Mediterráneo. El navío partió en agosto de Ferrol para realizar tareas de calificación y, tras sumarse a las fuerzas de la OTAN, participó en los ejercicios “Dynamic Mariner-Flotex”, coordinados por la Armada Española; “Mare Aperto”, de Italia; y “Dogu Akdeniz”, de Turquía.
El Estado Mayor de la Defensa despedía ayer a la F-103 en sus redes sociales, destacando su contribución al incremento de la seguridad marítima en el Mediterráneo.
El Buque de Aprovisionamiento en Combate “Patiño” continúa desplegado con la OTAN en el grupo número 2, que dirige la comandante canadiense Josée Kurtz. Su regreso está previsto en diciembre.
Vigilancia en el Cantábrico
El patrullero Centinela está desplegado en el Cantábrico en esta segunda quincena de noviembre para realizar una misión de seguridad y vigilancia marítima.
En esta tareas se incluye el control de las principales zonas de interés marítimo nacional de la costa gallega y cantábrica, las áreas de la Red Natura 2000 y zonas donde existe patrimonio arqueológico sumergido.
El patrullero atracó en Guipúzoca el viernes, en el puerto de Pasajes, donde abrió sus puertas a la población para que pudieran conocer el barco por dentro.
El “Centinela” está al mando del capitán de corbeta Iván Ron Serrano y tiene una dotación de ocho oficiales, diez suboficiales y 26 militares de la escala de tropa y marinería. El barco está integrado en el Mando de Acción Marítima de Ferrol y su misión comprende operaciones de vigilancia y seguridad del entorno marítimo en los espacios de soberanía nacional.