La reciente reestructuración de la directiva de Navantia y la recuperación del antiguo sistema de organización de trabajo no son suficiente, según el comité de empresa de Ferrol, para desbloquear la botadura del BAM “Furor”, que el astillero preveía realizar en torno al día 24 de este mes.
Javier Galán, responsable del comité de Ferrol, reconoció que sí ha habido “gestos positivos” por parte del nuevo responsable del astillero público, Esteban García Vilasánchez, pero las líneas rojas para permitir la colocación del último módulo del BAM –que se encuentra “retenido” en uno de los talleres– sigue siendo el cumplimiento ejecutivo del tercer convenio, como exige el fallo del Tribunal Supremo.
De todos modos, la pasada semana el comité sí permitió un pequeño avance en este capítulo: finalmente el palo fue montado y soldado en la superestructura a petición de la dirección de la factoría, en previsión de que pudiera llegarse a un acuerdo que ahora parece más lejano.
Nuevas medidas
Desde el comité de empresa también han saludado positivamente algunos gestos realizados desde Madrid. Además de la demandada reestructuración de los cargos directivos, Vilansánchez avanzó a los representantes sindicales que se volverá al sistema de organización de trabajo por gremios (el que había tradicionalmente), abandonando el instaurado por el anterior presidente de la compañía, que daba preeminencia a los programas. También se llevará a cabo una descentralización de las compras, que ahora asumirán cada una de las factorías.
Como “gesto de buena voluntad”, explicó Galán, el comité se reunió ayer por la mañana con los mandos de la obra del BAM para poner fin a una de las medidas de presión instauradas, que consistía en no usar durante varias horas los sistemas informáticos y de telecomunicaciones.
Así las cosas, desde el comité insisten en que la botadura del Buque de Acción Marítima puede llevarse a cabo sin este último módulo, una opción que desde la dirección de Navantia han descartado de plano. l