El Deportivo llegaba a Getafe con los resultados de los equipos que le preceden acompañando a más no poder. Las derrotas de Córdoba, Almería y Granada (con chosca incluida) hacían de este partido una oportunidad de poner tierra de por medio con el descenso e involucrar al rival en la lucha por no bajar al pozo de la Segunda División.
El Depor la desaprovechó, otra de tantas, y el hecho de que no caiga en descenso tras haber sumado dos puntos de los últimos 21 indica cómo es esta Liga. Horrible.
El entrenador deportivista reforzó la banda derecha con la incorporación de Laure en el lateral y Juanfran, adelantado, en la posición de interior. Ni Cavaleiro ni José Rodríguez, que se disputaban una plaza en el medio del campo, saltaron al césped en el once inicial.
El primer tiempo fue, simplemente, desastroso. El Deportivo no supo a qué jugar ni cómo hacerlo. El Getafe, con muy poco, consiguió perforar la portería de un Fabricio que, quizá cegado por el sol, tampoco tuvo su tarde en el Coliseo Alfonso Pérez.
El conjunto azulón embotelló al coruñés desde el inicio a base de posicionamiento. Los rechaces, los saques de banda, eran todos para los locales. Con el Depor saliendo de vez en cuando a la contra, sin acabar las jugadas, sin el último pase o el disparo final, el ‘Geta’ lo tenía todavía más fácil.
En el 17, con el equipo coruñés sin disparar a puerta todavía, llegaba el 1-0. Fallo global de la defensa coruñesa. Tres balones de cabeza a los que no llega ningún jugador blanquiazul. Fabricio que no bloquea la pelota, que le cae a Alexis y este pone la diferencia en el marcador.
El Deportivo, azuzado como una bestia por el gol, intentó hacer algo más que defender mal. Se fue al marco rival y gozó de los primeros disparos a portería por mediación de Luisinho, con una espectacular volea en el 24 y de Borges, con un remate de cabeza a las manos de Guaita a saque de una falta. Espejismo.
El Getafe volvió a jugar con su fútbol a trompicones y aprovechó un nuevo fallo de la zaga herculina. En esta ocasión, ante la indecisión de Fabricio e Insua para mandar una pelota a las nubes, ganaba la partida Diego Castro para habilitar a Pedro León y este, a su vez, ver en el lado contrario del área la llegada, sin ningún deportivista, de Escudero.
El lateral ponía el 2-0 en el minuto 33. No respondió el equipo de Víctor Fernández, sin alma, sin fútbol. Fueron los locales los que acabaron jugando en el campo coruñés, disparando en el 40 y el 41 sobre la meta de Fabricio, que esta vez sí solventó el peligro. Con el 2-0 se llegó al final de la primera parte.
El entrenador realizó dos cambios en el descanso para variar las alas del equipo. Cavaleiro y Cuenca accedieron al verde. El portugués se lesionó y tuvo que salir Toché en su lugar. El Depor intentó dar un paso al frente mientras el Getafe empezaba a sestear.
Tras ocasiones claras de Lucas en el 64 y de Oriol en el 66 y el 70 llegaba, en el 78, el gol de Toché, culminando un gran pase de Cuenca. El Depor llegó tarde. No pudo hacer más ante un Getafe que se dedicó a perder tiempo y a no dejar jugar hasta el minuto 95, cuando el colegiado de la contienda señalaba el final del encuentro.
Tras dilapidar toda la primera parte y no poder anotar las ocasiones más claras en la segunda los de Víctor Fernández perdieron la oportunidad de levantar la cabeza de una vez. Y ahora ¿el partido contra el Córdoba es o no una final?