El propietario de Hierros Añón, Manuel Añón, afirmó ayer, en el juicio por la demanda contra el FROB y Novagalicia Banco, que el presidente de esta entidad, José María Castellano, le dijo que la situación “era fantástica” cuando invirtió 25 millones de euros, que al final perdió.
El juzgado de instancia número dos de A Coruña acogió ayer el cuarto juicio por las demandas de dieciocho inversores gallegos que perdieron algo más de setenta millones de euros tras su depósito en enero de 2012.
Manuel Añón, que era miembro del consejo de administración de Novagalicia Banco en diciembre de 2011, nunca tuvo “muchos datos” de las cuentas de la entidad: “Todo era muy bonito y estaba muy bien, las firmé sin estudiarlas”, apuntó.
Como “gran cliente” de NCG Banco siempre hablaba de manera personal con José María Castellano y conoció la intención de captar inversores a mediados de 2011, pero no fue invitado a reuniones hasta noviembre, cuando trató el asunto de forma directa con el presidente. “El compromiso lo adquirimos él y yo personalmente”, indicó, y añadió que fue personal de Hierros Añón el que estudió el Proyecto Sotomayor –con el que entraron los inversores– con un “precio acordado” que Castellano puso encima de la mesa.
Fue el presidente de NCG Banco el que le dijo que la situación de la entidad “era fantástica”, y de hecho argumentó que era “el mejor banco que se puede encontrar en España”, lo que convenció a Añón.
“Nos ha salvado el FROB”, dijo que le transmitieron sobre el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, al que veía como una garantía de que su dinero estaba en un buen sitio.
De hecho, hablaron “del FROB, del Banco de España y del Gobierno”, por lo que Añón, que opina que “nunca se dieron muchos datos en los consejos”, se preguntó “si eso no es seguro, ¿qué es lo que hay seguro?”.
Preguntado por si hubiera decidido aportar veinticinco millones de euros conociendo el ajuste retroactivo posterior, aunque con fecha previa a su inversión, este empresario subrayó que no los hubiera aportado porque en su empresa hacen “inversiones, no suicidios”.
Como en los tres procesos anteriores fue José Eduardo Álvarez-Naveiro, el representante legal de NCG Banco, el encargado de comentar los detalles de aquella “entrada de empresarios para asentar el proyecto”.
Preguntado por el ajuste retroactivo realizado en marzo de 2012, aunque con fecha de diciembre de 2011, de 1.127 millones de euros, y que los demandantes piensan que fue clave para las pérdidas, dijo que “no estaba previsto” en el momento en que se realizaron las inversiones posteriormente perdidas. Considera que “no era importante para los inversores” y añadió, sobre la situación de la entidad, que “la información” de la que se disponía entonces indicaba que estaba saneada.
También dijo que no le consta la asistencia de Manuel Añón a reuniones ni la entrega de documentación.