Carmen Dopico Beceiro es psicóloga, logopeda y desde hace ya veinte años educadora en ABC, uno de los centros que forman parte de la Asociación de Escolas Infantís de Ferrolterra (Afesin). En todo este tiempo, y al igual que sus compañeros de profesión, ha contribuido al desarrollo de muchos niños en un etapa –la de 0 a 3 años– que, asegura, es muy importante en el desarrollo posterior de los mismos.
“Es fundamental desde un primer momento bombardear al niño con información, con cariño, con expresiones, con juego, con movimiento, en definitiva, a través de la estimulación, porque son como esponjas que lo van absorbiendo todo”, explica. Y siempre debe hacerse, dice, reforzando las conductas de los propios niños. Unos niños, que reconoce, también a ella le aportan mucho. “Te sacan sonrisas y te enternecen continuamente”, confiesa.
¿Cuál es la función fundamental de una escuela infantil?
Favorecer el desarrollo integral del niño, es lo que intentamos y lo hacemos mediante una programación. En ese desarrollo integral del niño hay diferentes áreas: una cognitiva, un área de lenguaje, otra de psicomotricidad, y otra que es muy importante que es el área social, donde el niño se relaciona con otro grupo de iguales. Hoy en día, en la sociedad actual, muchos niños son hijos únicos y no tienen hermanos con los que puedan compartir, aceptar normas y esto es muy importante a esta edad, pues hasta los seis, siete años es donde formamos la personalidad, entonces es muy importante en esta época que se socialice el niños, que esté con los demás.
¿Qué papel juega la educación infantil en el proceso educativo posterior del niño?
Es la base de todas las adquisiciones posteriores. Es en esta etapa donde aprendemos las gnosias básicas, aquello que adquirimos antes de un aprendizaje y aquí se trabaja mucho sobre ello. Y es importate que aquí el pedagogo, psicólogo o educador que está con los niños vea que ese niño tiene una dificultad en ese aprendizaje, y por tanto hay que trabajarlo más. En este sentido, facilita la posible detección precoz de cualquier patología y actuar para miniminizar al máximo cualquier retraso en el desarrollo del niño. También favorece la adquisición de conductas sociales y adaptativas a nuevos entornos.
En este último aspecto, el social, ¿qué puede a aportar a un niño el acudir a una escuela infantil?
Pues precisamente en tiempos de crisis como los actuales, la escuela infantil tiene una importante función compensatoria de las diferencias sociales, atenuando aquellas generadas por deficiencias culturales y/o económicas. Además, permite actuar de forma precoz en los problemas de desarrollo debidos a deficiencias culturales del entorno del menor. Y en la escuela infantil el niño se relaciona con todos sus grupos de iguales.
¿Qué recomendaciones le daría a unos padres a la hora de elegir una escuela infantil para su hijo?
Pues que disponga de personal cualificado y con experiencia, que tenga unas instalaciones adaptadas y ajustadas a las exigencias legales y que tenga también un proyecto educativo según el decreto del currículo de 0 a 3 años. Hay que valorar, asimismo, la amplitud de los servicios que oferte, la calidad en los mismos y en el trato con el personal.