Mikel Erentxun | “Siempre he intentando no repetirme y salir de mi zona de confort”

Mikel Erentxun | “Siempre he intentando no repetirme y salir de mi zona de confort”
21 junio 2012 página 13 / 03 mayo 2013 página 56 / 19 mayo 2019 página 7 A Coruña.- Mikel Erentxun ofreció ayer un concierto en la plaza de María Pita dentro de los actos del San Juan 2012

Mikel Erentxun actúa hoy, a las 22.00 horas, en la plaza de Amboage, en lo que será uno de los conciertos estrella de estas fiestas.

 

Llega a Ferrol tras publicar “El último vuelo del hombre bala”, con el que cierra la trilogía de El Puerto de Santa María. ¿Está satisfecho con el resultado?

Cuando hace seis años sacamos Paco Loco y yo el primer disco, “Corazones”, nunca lo concebimos como parte de una trilogía, sino como un disco independiente. Fue con el segundo, “El hombre sin sombra”, cuando aquello empezó a coger un poso de continuidad y no fue hasta este último cuando nos lo planteamos como un cierre de etapa. Han sido tres discos muy especiales porque nunca había escrito tan en primera persona, tan autobiográfico, contando mis temores, mis demonios, mis desamores. Y se cierra una etapa a la que le tengo un cariño especial por cómo se ha grabado, de una manera muy familiar, analógica, tocando Paco y yo casi todos los instrumentos. Nunca había hecho algo así: tres discos con tantos lazos en común y, a la vez, tan diferentes.

 

¿Le resulta más fácil escribir sobre sí mismo?

Me ha resultado más fácil, sí. Hasta “Corazones” apenas escribía letras sobre mí porque me costaba un horror, y fue empezar a hacerlo y empezar a encontrarme más cómodo. Ahora se me abre una ventana que es un reto interesante y, a la vez, difícil, como es escribir historias ajenas, que es lo que me apetece ahora. Probablemente me cueste mucho más porque he encontrado una fórmula que me ha venido muy bien, pero tampoco quiero acomodarme.

 

Lleva muchos años en este mundo. ¿Cómo ha evolucionado?

Yo tampoco sé muy bien hacia dónde he ido; lo que sí sé es que he intentado no repetirme nunca, sobre todo por una inquietud personal hacia lo desconocido. Ya desde tiempos de Duncan Dhu nunca nos conformamos con lo mismo, nunca quisimos hacer dos discos iguales, y esa herencia la he continuado en mi carrera en solitario. Hay discos más afortunados que otros; los hay más atemporales o clásicos y los hay más atrevidos. Sé que con este último LP no estoy inventando la pólvora, pero es algo que nunca había hecho y eso me motiva: explorar territorios nuevos, salir de mi zona de confort.

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Dice Alaska de esta especie de glorificación de los años 80 que no se debe tanto a la calidad de la música como a la nostalgia.

A lo largo de los años y de los ciclos musicales ha habido momentos de mirar hacia atrás. A mí no me parece mal porque se pone en valor una década que durante mucho tiempo estuvo denostada. Dicho esto, no me siento parte integrante de este revival ochentero porque no me siento un artista ochentero. Arranqué en los 80, tengo una discografía que pertenece a esa década, pero después hice más cosas y me siento mucho más identificado con lo que estoy haciendo ahora que con lo que hice hace treinta años. No me gusta mirar hacia atrás ni vivir de nostalgias. En mis conciertos toco “Cien gaviotas”, pero no quiero vivir de “Cien gaviotas”: he hecho muchas más canciones después e incluso mejores.

 

¿Cómo es posible mantenerse ahí arriba durante tanto tiempo?

No es fácil, la verdad. He hecho discos que han tenido más y menos éxito, y ahora gozo de un respeto y una credibilidad que antes no tenía, pero no tengo el éxito popular que tenía antes. Lo acepto de muy buen grado. En mi caso  es porque nunca ha decaído el amor por el oficio. Amo mi trabajo, cada vez me gusta más. Mientras presento mi último disco ya estoy maquinando lo que puede ser el siguiente; y esa búsqueda insaciable hacia nuevos retos y nuevas canciones me ha mantenido joven y despierto durante todos estos años. He conseguido mi sueño, que era tener una carrera larga, porque tener uno o dos discos de éxito es relativamente más fácil, pero mantener una carrera coherente, con una discografía amplia es muy difícil y, de hecho, muy poca gente lo logra.

 

¿Cree que la música actual ha perdido creatividad?

Ocurre lo que ha ocurrido siempre y es que, cuando una fórmula funciona, aparecen un montón de pseudocopias. Vetusta Morla, que fue un puñetazo encima de la mesa, ha provocado que muchos grupos quieran ser Vetusta Morla. Hay, creo, una especie de sonido festivalero, donde todos los grupos suenan igual: profusión de teclados, canciones que quieren ser himnos... No está mal, pero al final son todos muy parecidos. Sobresalen cosas, como Viva Suecia o Rufus T. Firefly, pero a mí me siguen gustando artistas que tienen más poso, como Iván Ferreiro o Bunbury.

 

La industria también se ha transformado. ¿Echa de menos la época del vinilo y el cedé?

Sí, porque nací en esa época y me está costando mucho adaptarme: las redes sociales, las plataformas digitales, la inmediatez... Todo lo que se ha perdido por el camino. Pero es lo que toca. Sigue habiendo un público que demanda soporte físico y yo me agarro a eso como a un clavo ardiendo. Sigo editando en vinilo y cedé, y trato de preservar mi sonido analógico.

 

Cuando compone, ¿piensa en quién puede interpretar esas canciones?

No sé escribir para otro; yo escribo para mí y si le vale a otro, pues perfecto.

 

¿Está en su mejor momento a nivel creativo?

Honestamente, creo que sí, tanto a nivel creativo como vocal. La edad me ha servido, entre otras cosas, para aprender a escribir, para que la voz adquiera una serenidad que antes no tenía y para manejarme mejor sobre un escenario. De acuerdo que en el camino se va perdiendo cierta frescura e inocencia que están muy bien cuando tienes 18 años, pero sinceramente creo que mis discos son ahora mucho mejores, igual que pienso que los de Diego Vasallo en solitario son mejores que muchos de los que hicimos juntos en Duncan.

 

¿La puerta de Duncan Dhu está cerrada?

Estuvo cerrada durante muchos años, hace tres se abrió y creo que hicimos un disco magnífico, “El duelo”. Eso nos demostró a nosotros mismos que la puerta no tiene por qué estar cerrada siempre. Ahora yo estoy volcado en mi carrera y Diego en la suya. A corto plazo es muy difícil que vuelva Duncan Dhu, pero a medio o largo plazo, ¿por qué no?

Mikel Erentxun | “Siempre he intentando no repetirme y salir de mi zona de confort”

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